“El mundialito de La Cachina”: más que fútbol, una ‘batalla’

Este “mundialito” de fulbito se realiza en una cancha improvisada de tierra y tiene más de 30 años de vigencia. Es organizado por la asociación de recicladores Los Buzos.

Texto y fotos: Heiner Aparicio Ojeda

Los trabajadores empiezan a colocar los arcos en la cancha improvisada para iniciar su ‘mundialito’.
La cancha de tierra es marcada con yeso para que se distinga durante el juego entre los cachineros.
Apresurados terminan su labor de recolección de materiales reciclables para espectar los partidos que son muy disputados.
La cancha es otro reto para los jugadores. Está llena de piedras que en cualquier jugada pueden ocasionar más de un accidente.
La lucha por el triunfo es de vida o muerte para los trabajadores cachineros, que se disputan el balón hasta dejar su último aliento.
Algunos trabajan seleccionando la mercadería, pero eso no impide que puedan estar atentos a las jugadas del partido.
El polvo que se levanta en cada jugada no amilana a los que se disputan el balón como si fuera la final de un verdadero mundial.
En el suelo y llenos de tierra, terminan los participantes a causa de algunas jugadas de este “mundialito” de cachineros que cumple 30 años.
Sentado en la comodidad de su carretilla, un cachinero observa el partido de turno.
Las consecuencias de participar en este “mundialito” se muestran en la piel. La rodilla sangra pero se defendió al equipo y se luchó el partido.
La fiel hinchada no puede faltar. Ellos alientan y gritan cada gol de su equipo.
La cancha la improvisan en el terreno donde se colocan sus puestos de venta, pero cada jueves despejan el lugar para jugar los partidos de fútbol.
Salir de la versión móvil