En los últimos días el descontrol masivo se apoderó de la ciudad, mientras crece de forma alarmante el número de infectados y fallecidos por el COVID-19 en Arequipa.
La necesidad económica terminó imponiéndose al riesgo por contraer el COVID-19 en muchas personas que se exponen cada día para conseguir algo de dinero que los ayude a subsistir.
La población ya no respeta la cuarentena, por eso la policía tuvo que empezar a aplicar las infracciones contra quienes no tienen por qué salir a las calles.
Decenas de personas fueron multadas por los efectivos de la Policía Nacional del Perú, pero eso no sirvió de escarmiento para otros sigan transitando sin motivo alguno por el corazón de Arequipa.
También se detuvo a varias personas que no portaban DNI y que no sabían explicar el motivo de transitar por la vía pública.
Pero el esfuerzo de las autoridades del orden fue vano, porque mientras intervenían en una cuadra en otras seguían deambulando y vendiendo de todo.
Varios negocios en el centro de la ciudad, pese a no estar autorizados, atienden con la puerta entreabierta para evitar la sanción de las autoridades.
Decenas de ambulantes se apoderaron de las calles en el centro histórico al igual como ocurre en los alrededores de los principales mercados de los distritos.
Incluso el mercado San Camilo retomó su atención al público, pese a que el lunes se encontraron 4 casos positivos de coronavirus y que el subgerente de Desarrollo Económico Local de la comuna provincial, Elvis Arias, dijera que tendría que cerrarse hasta por 15 días.
En los alrededores de San Camilo, la actividad comercial simplemente es incontrolable. Las autoridades se vieron superadas frente a decenas de personas que venden y compran, como si no existiera riesgo de transmisión del coronavirus.
El retorno del transporte público también contribuyó para que la población de forma masiva salga a las calles, sin control alguno.
