Derroche de alegría en Corso de la Amistad

Algarabía, festejo y tumulto dejó el desfile por el 483.° aniversario de la Ciudad Blanca

Texto y fotos: Heiner Aparicio Ojeda

Las delegaciones mostraron su amor por Arequipa a través del baile, y el público correspondió con calurosos aplausos.
Los grupos de saya no faltaron en el tradicional Corso de la Amistad y animaron a la gente a bailar.
Los caballos de paso también se ganaron los aplausos de los asistentes.
Algunas instituciones educativas exhibieron su talento a través de las danzas.
Cosas que se debe mejorar: las salidas de emergencia se abarrotaron de público y las autoridades no pudieron evitarlo.
El selfie infaltable para dejar constancia de que estuvieron presentes en el corso por el aniversario de Arequipa.
Distintas empresas que participaron del corso entregaron presentes y la gente pedía que los lancen hasta sus lugares.
Algunos danzarines interactuaron con el público, para celebrar el día jubilar de Arequipa.
Algunas personas se fueron a las manos, luchando por ocupar un lugar para observar el corso.
El cansancio y el inclemente sol obligó a varios danzarines a “tomar aire”, antes de llegar al estrado principal, donde se calificaba la participación del concursante.
Las delegaciones mostraron su amor por Arequipa a través del baile, y el público correspondió con calurosos aplausos.
El ballet de danza Tukur Yawar, de Madre de Dios, fue uno de los más aplaudidos por el público.
Algunas delegaciones que participan en Festidanza, como la de México, mostraron su arte.
Varios pobladores no dudaron en escabullirse entre las rejas de los parques para observar mejor el corso.
La delegación de Puno estuvo bien nutrida y saludó a la Ciudad Blanca por su 483.° aniversario.
Los preparativos antes de iniciar el paso por las calles: el maquillaje es importante para brillar durante la participación artística.
Las infaltables toadas derrocharon gracia y el público correspondió con el aplauso generoso.
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