Corpus Christi: Tradición viva en la Ciudad Imperial
Cada año, la celebración del Corpus Christi en Cusco encarna la profunda religiosidad popular y la riqueza cultural de una ciudad heredera del mestizaje hispano-andino. Quince santos y vírgenes, llevados en solemne procesión, acompañan a la custodia, que recorre la Plaza de Armas sobre una imponente carroza de plata.
El Patrón San Cristóbal ingresa a la Plaza de Armas de Cusco, en el primer día del Corpus Christi. Uno a uno, los 15 santos avanzan en procesión para congregarse en el atrio de la Catedral.Cada santo es acompañado por su “cargo”, un grupo de devotos formado por familiares o vecinos del barrio. Cada año asumen con orgullo los preparativos, antes y durante los días del Corpus Christi.A lo largo de la procesión, cada “cargo” acompaña durante todo el trayecto a su santo, la imagen se identifica por bandas y “demandas”, que son pequeñas réplicas en miniatura de la figura sagrada.El Patrón San Jerónimo hace su ingreso a la Plaza de Armas de Cusco, envuelto en solemnidad y fervor popular.La Virgen de Santa Bárbara llega desde el distrito de Poroy, a 13 kilómetros de Cusco. Su recorrido largo y cargado de devoción une a los barrios que rodean el corazón de la Ciudad Imperial.En la Plaza San Francisco se realiza el tradicional festival del chiriuchu, el plato emblemático del Corpus Christi. Reúne cuy al horno, gallina, charqui, torrejas de maíz, rocoto encurtido, maíz tostado, queso, cochayuyo, entre otros ingredientes.Días antes de la festividad, se inicia la preparación del chiriuchu. Este plato típico suele servirse frío durante las celebraciones del Corpus Christi.Los cargadores del Patrón San Blas, ingresan al atrio de La Catedral entre oraciones, música y aroma a incienso.En el día central del Corpus Christi, el arzobispo de Cusco, monseñor Richard Alarcón Urrutia, celebra la misa solemne y el tedeum en el atrio de la Catedral.La carroza de plata, que porta la custodia con un sol de oro en el centro, inicia la solemne procesión del Santísimo Sacramento. Su paso marca el comienzo del recorrido de los santos por la Plaza de Armas.Durante el día central, los santos reposan en el atrio de la Catedral, en un breve descanso antes de iniciar la procesión alrededor de la Plaza de Armas.La demanda del Patrón San Cristóbal, una figura en miniatura del santo, es llevada con orgullo por los “cargos” de este año.La Virgen Purificada inicia su recorrido por la Plaza de Armas y pasa por uno de los varios altares instalados alrededor de la plaza.En uno de los últimos altares del recorrido, el Patrón Santiago realiza una reverencia solemne antes de ingresar a la Catedral. Allí, junto a las demás imágenes, permanecerá hasta la Octava del Corpus Christi, una semana después.La Inmaculada Concepción llega a uno de los altares de la Plaza de Armas. La Virgen es una de las últimas en ingresar antes del final de la procesión.