Consecuencias de la “cuarentena flexible” en Arequipa

La población salió de forma masiva a comprar, vender y a caminar

Fotos: Heiner Aparicio Ojeda
Textos: Rolando Vilca Begazo

La población se agolpó en el corazón de la ciudad luego de la flexibilización del aislamiento social.

 

Decenas de personas salieron a vender y comprar, y no solo alimentos o artículos de protección sanitaria.

 

Las tiendas alrededor de San Camilo atendieron con la puerta entreabierta para evitar alguna sanción pues la mayoría de comercios aún no tienen autorización para funcionar.

 

Ingeniosa publicidad para atraer a los clientes en una óptica de la calle Mercaderes. ¿Autorizaron estos negocios?

 

Los infaltables ambulantes ocuparon la vía pública como un día cualquiera, antes de la cuarentena.

 

Volvió el transporte público de manera restringida, pero aún no se concientizan las medidas de seguridad para evitar el contagio del COVID-19.

 

En los paraderos la gente no respeta el distanciamiento social y claro, tampoco había efectivos del orden para exigirlo.

 

En algunos cruceros, los fiscalizadores del área de Transportes de la municipalidad provincial, verificaron si las unidades de taxi tenían autorización para trabajar.

 

Solo la plaza de Armas se mantuvo sin ingreso vehicular por la presencia de efectivos del Ejército.

 

En el caso de los taxis hubo de todo. Desde aquellos que tenían autorización para circular hasta los informales y en la mayoría de casos, sin ningún tipo de seguridad para los pasajeros.
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