¡A volar cometas!

La emoción de elaborar una cometa y hacerla volar lo más alto posible se rememoró en Hunter, pese a que este juego de antaño se pierde con el paso del tiempo.

Texto y fotos: Heiner Aparicio Ojeda

Más de un centenar de personas llegó hasta el cerro Kasapatac en Hunter, lugar donde se desarrolló el singular concurso, para dar rienda suelta a su creatividad en la elaboración de cometas.
Este es uno de los juegos de antaño que con el paso del tiempo se va perdiendo.
La competición inicia con el proceso de diseño y elaboración de la cometa para desafiar al viento y hacerla volar.
Las niñas con su propio estilo, también armaron sus cometas para participar de este concurso.
Este juego permite utilizar materiales reciclados, como lo hicieron estos padres de familia que ayudan a hacer la rabera de la cometa.
Antaño, los niños, jóvenes y adultos buscaban las zonas más altas, donde corriera mayor viento para elevar las cometas.
Entre más alto vuela la cometa más fuerte es la tensión de la cuerda que la sostiene, y a veces esto produce heridas en la mano que la sujeta.
Una madre de familia ayuda a su hijo a desenredar el pabilo para que la cometa siga elevándose.
Este juego no tiene límite en cuanto al diseño que se puede crear. Lo importante es que vuele, lo más alto que se pueda.
En Arequipa, se acostumbra realizar el juego de vuelo de cometas en el mes de agosto, que es cuando hay más viento en el año.
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