¿Realmente funciona el programa de protección a víctimas y testigos?

Pese a la creación de este programa y de subunidades, el porcentaje de víctimas por violencia física, familiar y sexual se incrementa anualmente en un 10 %.

Geraldine Canasas Gutiérrez

En el año 2008 y como parte de la implementación del Nuevo Código Procesal Penal, el Ministerio Público (MP) creó el Programa Nacional de Protección y Asistencia a Víctimas y Testigos. La idea era brindar apoyo en la labor fiscal, ofrecer asistencia legal, psicológica y social a las víctimas o testigos de delitos, con la intención de que los testimonios no sufran interferencias por factores externos y supervisar la ejecución de medidas de protección que se dispongan durante el proceso.

Actualmente estas unidades están conformadas por un equipo multidisciplinario: abogados especialistas, psiquiatras, psicólogos, enfermeras y demás profesionales que participan activamente en la ayuda a las víctimas y testigos desde el momento en que se interpone la demanda.

Problemas

Según María Yato López, coordinadora de este programa en nuestra ciudad, la demanda de víctimas y testigos que desean ser protegidos crece un 10 % cada año y ello genera un primer problema para el funcionamiento de este programa: la nómina destinada a la atención de personas que requieren protección no es suficiente.

“Atendemos entre ocho y diez casos de maltrato familiar y violencia física o sexual diariamente, siendo los distritos de Cerro Colorado, Mariano Melgar y Paucarpata los lugares de donde procede el mayor número de denuncias”, señaló Yato.

Otro problema es la falta de recursos. El MP ha decidido descentralizar este programa, creando subunidades para que ninguna persona quede desatendida; sin embargo, estos locales no cuentan con los recursos necesarios para operar adecuadamente.

Protección al agresor

Otro problema que complica el funcionamiento del programa es la decisión de muchas de las víctimas o testigos de “proteger al agresor”. “Es lamentable —denuncia Yato— que a pesar de todo el apoyo que brindamos, muchas víctimas desisten y protegen al agresor. En el caso de maltrato familiar la razón siempre son los hijos y el vínculo afectivo con la pareja”.

Pero lo peor ocurre en el caso de las violaciones. Allí, la coordinadora del programa, asegura que “el móvil del retroceso es la vergüenza y el bullying al que serían sometidas las personas abusadas”.


¿Cómo se acompaña a una víctima o un testigo?

El acompañamiento del programa es automático una vez que la persona lo solicita. La víctima es informada de sus derechos y del procedimiento que se seguirá, pero sobre todo se asegura que su caso sea tratado con confidencialidad.

Si el caso es sumamente grave, son trasladados a circuitos de apoyo como albergues que brindan no solo resguardo y protección, sino también alimentos, vivienda y diversos servicios, gratuitamente.

La atención a los testigos es la misma que a las víctimas, pues son considerados “piezas clave de los procesos”; así, de suscitarse algún tipo de amenaza o riesgo a su integridad, se procede con diligencia a brindarles seguridad.


El dato

En Arequipa la sede principal del Programa nacional de Protección y Asistencia a las Víctimas y testigos se encuentra Calle la Merced 402 tercer piso y el teléfono es 054-213168.

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