Podríamos elegir a congresistas con el menor respaldo electoral

* Analistas consultados por Encuentro evidencian particularidades del atípico proceso electoral en marcha.

* Tendencia histórica también revela reducción de votos obtenidos para llegar al Parlamento.

Rolando Vilca Begazo

Como van las cosas en Arequipa y el resto del país, el 26 de enero de 2020 podríamos elegir a congresistas con el menor respaldo electoral —en comparación a otros comicios— y que además, no nos garantizan una mejor representación en relación al parlamento que fue disuelto el 30 de setiembre pasado.

Esto sería una consecuencia de la apatía del elector promedio frente a esta atípica campaña electoral y a todas las circunstancias que lo rodean, tal como lo explicaron los analistas políticos Carlos Timaná Kure y Víctor Salinas Valencia. 

“Lo más factible es que tengamos no solo una menor participación electoral, sino un mayor porcentaje de votos nulos y blancos”, afirmó Carlos Timaná.

“La gente no reconoce los símbolos de las agrupaciones políticas, no tiene idea de quiénes son los candidatos ni por quién debe votar. Incluso considera que este periodo [congresal] no servirá de nada o será lo mismo de siempre”.
Víctor Salinas.

Además, advirtió que esto se traducirá en una mayor ‘fragmentación electoral’, es decir habrá un mayor reparto de votos entre más agrupaciones políticas, lo cual no solo hará más reñido este proceso, sino que llegaríamos a una ‘pelea de enanos’, al no haber —hasta este momento— candidatos que tengan el mayor respaldo político.

Por su parte, Víctor Salinas, señaló que si bien la multa será un condicionante para ir a sufragar, al momento del conteo, “el voto nulo y blanco crecerá”, por lo tanto el respaldo que obtengan los parlamentarios electos será muy bajo. 

“La gente no reconoce los símbolos de las agrupaciones políticas, no tiene idea de quiénes son los candidatos ni por quién debe votar. Incluso considera que este periodo [congresal] no servirá de nada o será lo mismo de siempre”, sentenció.

Salinas consideró que en estas circunstancias, la población “se ve obligada a votar por algo que no entiende, que no conoce y que a todas luces es contradictorio frente a la realidad que vive”. Esto, en referencia a que mientras los pobladores afrontan deficiencias en la atención de salud, con salarios detenidos y una nula posibilidad de crear empleo, “se desperdician S/ 142 millones para llevar adelante estas elecciones congresales”.

Amigo lector, no se deje engañar por la promesa fácil de los candidatos. Ellos solo podrán legislar y fiscalizar. Nada más.
La cédula de sufragio ya está lista, pero los electores aún no están preparados para votar de manera consciente.
LOS EXCLUIDOS 
Hasta el momento cuatro candidatos fueron excluidos —de manera definitiva— del proceso electoral por omitir información de propiedades en sus hojas de vida: Amalia Palomino Pacheco (Democracia Directa), María Lozada Núñez y Fernando Cánepa Bustamante (Contigo) y Nadia Torres Salas (Perú Libre). Además hay otros cinco con procesos de exclusión en trámite.

¿Una tendencia histórica?

En Arequipa, en los comicios del 2016, de 895 975 votos emitidos para elegir congresistas, 289 379 correspondieron a votos blancos y nulos, es decir el 32.1% del total. Esta cifra es casi el doble de lo reportado en la elecciones congresales del 2011, cuando se obtuvo un 16.6% de sufragios blancos y nulos.

Es más, si comparamos los procesos de elección parlamentarios del 2016 y 2011, se evidencia una disminución en el respaldo electoral que consiguieron los congresistas con mayor y menor votación alcanzada. Por ejemplo en el 2011, la ‘más votada’ fue Ana María Solórzano de Gana Perú con 59 471 votos, frente a la ‘más votada’ del 2016 que fue Ana María Choquehuanca con 27 289 votos.

Mientras que el ‘menos votado’ en el 2011 fue Tomas Zamudio de UPP con 28 733 votos, y en el 2016, el ‘menos votado’ fue Justiniano Apaza (Frente Amplio) con solo 19 569 votos. Incluso, en ese mismo proceso electoral Jimmy Ojeda, de Peruanos por el Kambio (PpK), obtuvo 22 350 votos, pero no accedió a una curul por la cifra repartidora. 

Si a esta tendencia histórica, le añadimos la ‘apatía electoral’ de los ciudadanos, es evidente que se reducirá el respaldo que logren en las urnas quienes resulten elegidos el último domingo de enero de 2020, para un periodo de solo 15 meses de labor parlamentaria.

“Vemos candidatos que ofrecen propuestas contra la inseguridad o para generar empleo y eso no le corresponde al Congreso. Hay un aprovechamiento político frente a la ignorancia del elector y a ese ‘hambre’ por obtener una curul”.
Carlos Timaná.

¿Puro populismo?

Otro aspecto que alimenta la incertidumbre en torno a estas elecciones complementarias es la forma de hacer campaña electoral. 

Ante la ausencia de una figura política que arrastre el mayor respaldo para su organización y con ello beneficie a la lista parlamentaria, los candidatos recurren a la promesa fácil para convencer a un mayor número de electores, que además desconoce la función legislativa.

“Vemos candidatos que ofrecen propuestas contra la inseguridad o para generar empleo y eso no le corresponde al Congreso. Hay un aprovechamiento político frente a la ignorancia del elector y a ese ‘hambre’ por obtener una curul”, cuestionó Carlos Timaná.

De la misma forma, llamó la atención en relación a las promesas de reducirse el sueldo y eliminar la inmunidad parlamentaria, “que suenan más a ofertas populistas para quedar bien con el electorado”. Por todo ello, Timaná indicó que “no queda claro por qué quieren llegar al Congreso y cuáles son las causas legítimas que quieren impulsar desde su curul”.

A su turno, Víctor Salinas, dijo que “resulta patético” que el electorado que está obligado a votar, desconoce la función de un congresista y no es capaz de tener referencia respecto al perfil que debe tener y cuál es la agenda parlamentaria que debería asumir.

“Por lo que se observa y escucha, parece que estamos más frente a una propuesta presidencial que ante una propuesta congresal”, recriminó.

Una bancada muy diversa

Este panorama hace prever, en opinión de Carlos Timaná, que la representación parlamentaria de Arequipa sea muy diversa. Es decir los seis congresistas que nos corresponden serían de diferentes agrupaciones políticas.

“Por lo visto hasta ahora, esto será producto de la fragmentación electoral y porque no hay un gran favorito [como partido político o candidato]. No hay un gran articulador o jefe político que pueda agrupar el mayor respaldo electoral”, afirmó. 

No obstante, lo que más preocupa es que, como ya se anticipó en nuestra anterior edición (Encuentro n° 244), con los candidatos actuales no se garantiza que tengamos una mejor representación parlamentaria en comparación a la que tuvimos hasta el 30 de setiembre pasado.

“Son los mismos candidatos reciclados [de otros procesos electorales] y que aparecen ahora por otras agrupaciones políticas, y en el plano nacional siguen aquellos responsables de los problemas que originaron el cierre del Congreso, y que no deberían aparecer”, explicó.

“Hay candidatos que dejan mucho que desear, otros que no suscitan mucha confianza, pero buscando ‘con lupa’ sí podemos encontrar algunos que valgan la pena. Hay que buscar, pero no pensando en mal menor sino en aquellos que puedan responder a nuestras expectativas”.
Javier Del Río Alba, arzobispo de Arequipa.

A buscar con lupa

Pero no se desanime amigo lector, como sostuvo el Arzobispo de Arequipa, monseñor Javier Del Río Alba, no hay que perder la fe para encontrar aquellos candidatos que sí puedan aportar desde el Congreso.

“Hay candidatos que dejan mucho que desear, otros que no suscitan mucha confianza, pero buscando ‘con lupa’ sí podemos encontrar algunos que valgan la pena. Hay que buscar, pero no pensando en el mal menor sino en aquellos que puedan responder a nuestras expectativas”, afirmó días atrás.

LOS RENUNCIANTES
También cinco postulantes al Congreso renunciaron por diferentes motivos, entre ellos están Vladimiro Begazo (Juntos por el Perú), Daniel Muñoz (Alianza por el Progreso), Fiorella Matos Angulo (Todos por el Perú), Carlos Muñoz Portugal (Perú Libre) y Mario Melo Villalba (Somos Perú).
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