“Nuevo contralor debe tener una visión a favor de la inversión pública”

Alarcón fue destituido en medio del escándalo por el caso Chinchero y sin superar acusaciones de realizar negocios incompatibles con su cargo.

Geraldine Canasas Gutiérrez

Con 22 votos a favor y una abstención, esta semana la Comisión Permanente del Congreso aprobó la remoción del contralor Edgar Alarcón Tejada. Encuentro conversó con el excongresista y abogado Juan Carlos Eguren Neuenschwander sobre el perfil político que debería tener el nuevo sucesor a este cargo y también sobre los retos que le aguardan.

Nuevo contralor

Diversas opiniones han surgido a propósito de quién será el nuevo contralor y, a la par, también se han voceado algunos nombres para ocupar el cargo, como el del exministro Rafael Rey, el economista Nelson Shack o la abogada Beatriz Boza. Para el excongresista Eguren quien debería ocupar el cargo debe tener un perfil técnico probado, es decir alguien que tenga marcada experiencia en el sector público.

“Quien ocupe este cargo debe tener un pleno conocimiento de los procesos que se siguen en todas las actividades del estado y de las normas que competen a los mismos, pero sobre todo debe tener una visión a favor de la inversión; una persona que sabe de estos temas asegurará al país que el rol de fiscalizar y controlar estas actividades impedirá que se produzcan actos de corrupción en paralelo”, mencionó Eguren.

También dijo que lo más recomendable es que sea un personaje independiente y autónomo y que tenga una trayectoria acreditada, así no solo evitará controversias en torno a su profesionalismo, sino que impedirá ser manipulado desde el ámbito político.

Reforma interna

Eguren advirtió además que el reto del sucesor de Alarcón será la reforma interna de la Contraloría, la misma que estaría ligada a un incremento de presupuesto que libere a los jefes de las Oficinas de Control Interno (OCI) de ser remunerados por las propias entidades que fiscalizan.

Otro aspecto a tomar en cuenta son las funciones de este órgano. “A lo largo del tiempo, la filosofía en torno a la función del contralor ha confundido el control con la gestión, es decir que a esta autoridad no le compete meterse en las decisiones y ver si son adecuadas o no, eso es tarea de otras áreas. Lo que corresponde, más bien, es ver el marco de las decisiones que se toman y garantizar que las mismas no perjudiquen los intereses del estado”, comentó Eguren.

“A la contraloría no le corresponde ser un actor económico, tampoco le corresponde promover la economía ni empujarla, pero sí está impedida de frenarla y hasta hace poco quien ocupaba este cargo hacía eso”, señaló.

Cargo político

Desde diferentes bancadas han pedido que el nuevo contralor no tenga afinidad política con ningún partido, sin embargo Eguren recalca que este cargo es una propuesta del Poder Ejecutivo “y este ya es un primer componente político”.

“Y además es elegido por el Congreso de la República, que es una institución absolutamente política, por lo que el origen de este cargo no puede prescindir de esta esfera. Lo que se debe pedir es que una vez elegido y en cuanto asuma sus funciones debe haber un compromiso por mantenerse con absoluta independencia y autonomía para que goce de confianza y credibilidad”, concluyó.

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