Kelly Castillo
Las agrupaciones políticas que participarán en las elecciones regionales y municipales de octubre tienen hasta el 25 de mayo para elegir a sus candidatos, a través de elecciones internas. Sin embargo, los nombres de los aspirantes prácticamente ya están definidos. Son políticos conocidos y algunos invitados que intentan probar suerte. Muchos de ellos, incluso, ya empezaron su campaña electoral sin ser confirmados por sus propias organizaciones.
“Hoy intentan repetir el plato los postulantes de elecciones pasadas, que son los mismos rostros de la política tradicional, y la gran mayoría está salpicada de corrupción e investigaciones. Es pobre lo que vemos ahora”, expresó el analista político y docente universitario Carlos Timaná, tras una rápida revisión a la coyuntura electoral regional.
Cero renovaciones
En Arequipa, la mayoría de los doce movimientos regionales inscritos ante el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) optaron por listas únicas, cerrando así las puertas a la renovación. Por ejemplo, en Arequipa Renace (AR), los ‘candidatos’ fueron desde un inicio Alfredo Zegarra, al Gobierno regional, y Omar Candia, a la Municipalidad Provincial de Arequipa; ambos con investigaciones pendientes.
En Arequipa Transformación (AT), el único a la región es Javier Ísmodes; en Juntos por el Desarrollo de Arequipa (JxDA), es Víctor Hugo Rivera, quien va a la provincial; ellos prácticamente crearon movimientos políticos a su medida. Vuelve también Marco Falconí por Fuerza Arequipeña (FA), esta vez va a la provincial.
Entre los precandidatos ‘importados’ están los polémicos aspirantes por Unidos por el Gran Cambio (UGC): Elmer Cáceres Llica, a la región, y Álvaro Moscoso, al municipio, uno cuestionado por un escándalo de violación sexual ocurrido años atrás y el otro, por la difusión de audios de extorsión. También postulan al Gobierno regional Alfredo Álvarez, por JxDA; Gustavo Rondón, por FA; Leonel Cabrera, por Arequipa Tradición y Futuro (ATyF), entre otros.
En los partidos políticos se ve el mismo fenómeno, retorna Yamel Romero por Solidaridad Nacional (SN), Justo Mayta por Todos por el Perú (TPP) y el incansable César Abarca por el Partido Popular Cristiano (PPC).
Las elecciones internas son un “himno a la bandera, es algo que tienen que hacer; pero que no tiene ningún contenido democrático de fondo. Esto demuestra que lo que tenemos son empresas electorales que aparecen como aquellas que pueden brindarles a los políticos tradicionales la posibilidad de postular, pero no hay procesos de participación democrática”, consideró Timaná.
Un dato que refuerza esta premisa es que apenas dos movimientos regionales solicitaron la asistencia técnica de la ONPE (Oficina Nacional de Procesos Electorales) para sus comicios internos, aun cuando este acompañamiento “brinda transparencia, imparcialidad y profesionalismo al proceso”, según refiere Brenda López, gestora regional del organismo electoral.
¿Un negocio?
Para Timaná, las razones que están detrás de la postulación de esos candidatos son “el orgullo de tener una posición política” relevante y “para pagar con contrataciones públicas a las personas que les dieron la posibilidad de postular” en una especie de “visión de negocio de la política, en el que alguien pone para la campaña y el candidato paga con contrataciones”.
Esta es “una visión mercantilista de la política”, dijo el analista, quien puso como ejemplo los casos de corrupción Odebrecht y Lava Jato, relacionados con presuntos financiamientos irregulares en campañas electorales.
Lo dijo
PAOLA VENEGAS, PRESIDENTA DEL JURADO ELECTORAL ESPECIAL- AREQUIPA, PIDIÓ A LAS AGRUPACIONES POLÍTICAS “SER HONESTAS Y TRANSPARENTES”.