Para Ricardo Labó, viceministro de Energía y Minas, el proceso de formalización de los mineros informales de los últimos años fue un fracaso. Según cifras mostradas por el funcionario, al 2016, de los 72 959 mineros inscritos en este proceso desde el año 2002 solo se formalizaron 112. Incluso, hasta el año 2012 no existía un registro de formalizaciones.
“Este proceso ha sido un fracaso en los últimos 15 años. Nosotros hemos encontrado un proceso paralizado”, afirmó Labó. Al mismo tiempo, anunció una nueva estrategia de formalización de este sector enfocada en cuatro pilares: cambios legislativos, liderazgo, focalización y gestión por resultados. El reto para el Gobierno es alcanzar 17 000 mineros legales.