¿Por qué los niños necesitan jugar?

Educándonos

Mónica Sánchez Sanssoni
Educadora

El aprendizaje lúdico en la formación integral del niño es un tema muy actual. Para ello, resulta esencial la búsqueda de estrategias que ayuden a los pequeños de la casa a sentirse satisfechos al transitar en el proceso de enseñanza-aprendizaje de manera sencilla y agradable.

¿Es importante que los niños jueguen en las aulas? Sí, es incuestionable, ellos deben disfrutar y explorar. Ser felices aprendiendo con lo que más les gusta hacer: jugar. Esto les ayudará a desarrollar su creatividad y su imaginación, además, interactuar, resolver conflictos, trabajar en equipo, negociar, tomar decisiones y utilizar su cuerpo.

¿Es importante que los niños jueguen en las aulas? Sí, es incuestionable, ellos deben disfrutar y explorar. Ser felices aprendiendo con lo que más les gusta hacer: jugar.

El juego es importante para conseguir el desarrollo integral. Los diferentes autores psicólogos y pedagogos lo reconocen, entre ellos, Froebel, Decroly, Piaget, Brunner, Montessori y Reggio Emilia. Se caracteriza esencialmente por ser espontáneo y libre, además, el juego es el camino para construir libremente el espíritu creador de los niños. La interacción que se da en el juego es la  recreación de escenas e imágenes del mundo real y el fantástico, permite que el niño tenga una actitud espontánea y de libertad.

Los niños juegan a los héroes y villanos, a ser papá o mamá, y ellos imitan lo que observan. El juego es evolutivo, ya que empieza por el dominio del cuerpo y posteriormente maneja las relaciones sociales y su medio. A través del juego, el niño socializa, se divierte al lograr momentos placenteros de manera voluntaria, y lo más importante es que no es obligatorio.

A través del juego, el niño socializa, se divierte al lograr momentos placenteros de manera voluntaria, y lo más importante es que no es obligatorio.

Según la Asociación Americana de Pediatras, “jugar es esencial porque contribuye al desarrollo de la parte cognitiva, social, física y emocional de los niños y las niñas saludables”.

El objetivo de que un niño asista al colegio no es solo que adquiera conceptos, sino que también obtenga una formación integral. Jugar con su maestra genera un vínculo importante que prepara al niño para la vida. Este aprendizaje jamás lo olvidará. Este vínculo emocional que genera el juego también se extiende a los miembros de la familia, por consiguiente, es importante propiciar momentos en los que sus integrantes se encuentren y compartan amenamente, sin tener de por medio un dispositivo electrónico o el ruido de los centros comerciales.

Según la Asociación Americana de Pediatras, “jugar es esencial porque contribuye al desarrollo de la parte cognitiva, social, física y emocional de los niños y las niñas saludables”.

Considero que jugar con elementos muy sencillos como pernos, tubos, vasos de plástico, botellas plásticas, embudos, cucharas, cucharones, maderas, palitos, cubos, cartones, retazos de telas, cuerdas, lanas, arena, pañuelos, cajas, harina, cereales diversos y masas permite a los niños experimentar, disfrutar y explorar. En suma, ser felices aprendiendo.

Por todo ello, es recomendable que maestros y padres de familia sepan que la experiencia lúdica es el motor del aprendizaje de los niños y que es urgente generar cambios en nuestro sistema educativo para dejar que los niños sean felices al jugar en las aulas y también se deben propiciar esos momentos de juego en familia en sus hogares. Te has puesto a pensar cuándo fue la última vez qué jugaste con tus hijos.

Salir de la versión móvil