Germán Chávez Contreras
Economista y profesor del Departamento de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad Católica San Pablo
La segunda semana de agosto, el Departamento de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad Católica San Pablo, junto a la Asociación Peruana de Economía (APE), llevó a cabo el noveno Congreso Anual de Economía en nuestras instalaciones. Uno de los ponentes principales fue el economista de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA, EEUU), Saki Bigio, PhD. El tema que abordó se refirió, en gran medida, a los desafíos de la política económica en el Perú, cuestión que desarrollaré por la importancia que tiene.
Utilizaré seis variables relevantes, algunas de ellas también utilizadas por el Dr. Bigio: tasa de crecimiento del PBI, nivel de exportaciones, reservas internacionales netas (RIN), inflación, nivel de pobreza monetaria y tasa de desnutrición crónica infantil; en un sencillo análisis longitudinal que va en tres momentos desde el año 1990.
Inicio con el PBI y las exportaciones. En 1990, el producto bruto interno (PBI) presentó un crecimiento negativo (-5.0 %) y las exportaciones peruanas alcanzaron los 3280 millones de dólares, lo que representó el 11.58 % del PBI. Diez años después (año 2000) y luego de las reformas estructurales del modelo económico (1992-1993), mientras el PBI crecía al 3.6 %, las exportaciones alcanzaron los 7 mil millones de dólares (13.5 % del PBI). En 2024, el PBI creció 3.3 % con relación a 2023 y se estima que, al cierre del presente año, las exportaciones alcanzarán la cifra récord de 85 mil millones de dólares (28.5 % del PBI). Por otro lado, las RIN de 1990 fueron de 531 millones de dólares, en 2000 aumentaron a 8 mil millones de dólares y este año (agosto) alcanzaron los 88 mil millones de dólares.
Por su lado, la inflación, que en 1990 llegó a ser del 7650 %, según el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), ya se encontraba controlada para el año 2000, situándose en 3.7 %. De este modo, gracias a las reglas monetarias del BCRP (objetivo inflación 2 %), podemos decir que la inflación es una variable controlada mediante el manejo prudente de la tasa de interés de referencia financiera (TIRF). Además, la inflación a julio del presente año fue de 1.69 %, ubicándose dentro del rango meta establecido por el BCRP.
Pasando al lado social, tenemos que en 1991 la pobreza en el Perú fue de 55.2 % (P. Franke, ENNIV), y en 2001 fue del 54.8 %, con una incidencia del 42 % en zonas urbanas y del 78.4 % en zonas rurales (INEI). Si bien el índice de pobreza se afectó negativamente por la pandemia (31 % en 2020), para el año 2024, estaba en 27.6 %. En tanto que en 1992 la tasa de desnutrición crónica infantil en menores de cinco años fue de 37 % (INEI), en 2001 pasó a 25.4 %, y para el año 2024 ya estábamos en 12.2 % (ENDES, INEI).
Es evidente que, macroeconómicamente, el desempeño de los últimos 35 años muestra un comportamiento favorable y sostenido, a pesar del ruido político que siempre ha remado en contra; al menos en lo que va de este milenio. Los niveles de pobreza (salvo en pandemia) y la tasa de desnutrición crónica infantil en menores de cinco años, nos sugieren que, de alguna manera, este aceptable desempeño económico ha ayudado a mejorar el bienestar de las personas y de las familias en nuestro país.
Entonces, los grandes retos que afronta el Perú, más que económicos y coyunturales, son estructurales y tienen que ver con la recuperación de la institucionalidad y la lucha contra la informalidad, que concentra el 72 % del empleo y el 63 % de la actividad productiva de la micro y pequeña empresa (INEI). Tenemos también el reto de combatir el agobiante centralismo de Lima, que explica el 46.5 % del PBI nacional, mientras que Arequipa, la segunda región más importante del país, solo explica el 5.8 % (a 2023), por lo que urge una descentralización real y efectiva que fortalezca las capacidades productivas y exportadoras en las regiones. Otro gran reto es la diversificación del aparato productivo, debido a que nuestras exportaciones aún son dependientes del sector minero metálico en 60 %, pese a tener grandes potenciales en la agroindustria, textiles y turismo, por mencionar lo más importante.
Finalmente, el reto más crítico está en erradicar la corrupción, que se da en toda la estructura social, y combatir con rapidez y firmeza el crimen organizado, que está afectando gravemente a la micro, pequeña y mediana empresa, sector donde se genera el mayor porcentaje de empleo en el Perú.