¡Desapéguese! La resistencia civil contra el coronavirus

Fernando Mendoza
Abogado – Docente UCSP

“¡Apéguese! ¡Al fondo hay sitio!”. Esta frase es usada casi diariamente por el angustiado cobrador de combi que quiere lograr un milagro para que en el vehículo puedan entrar más pasajeros. Con todo y su carácter jocoso, este llamado que se hace todos los días en el transporte público se ha posicionado en la mente de todos los arequipeños. Hago la referencia porque hoy quiero hacer un llamado a vivir lo contrario.

Han transcurrido más de cien días de cuarentena y ya no importa lo que se hizo bien o mal. Hoy, con más personas contagiadas, más fallecidos y menos camas en hospitales, las cosas dependen de cada uno. 

Así que solo salga si es necesario, use mascarilla todo el tiempo cuando esté fuera de su hogar, lávese las manos constantemente y obedezca el distanciamiento social. Eso sobre todo. Desapéguese, estimado lector, porque en el hospital no hay sitio, y el virus mata sin distinción alguna, y se ensaña de forma especial con nuestros viejos.

El coronavirus nos ha enrostrado nuestra insignificancia. Una de las peores tragedias de este tiempo es que el padecimiento de la enfermedad se hace en soledad. El paciente soporta los males físicos y sus familiares mastican la impotencia de no poder estar cerca. Es como quedarse sin gravedad, suspendido en el aire, inmerso en una pesadilla de la que solo se despierta con una verdad definitiva: la de la muerte o la de una recuperación con secuelas. Si es lo primero, las escenas son desgarradoras: nadie puede despedirse del ser querido. Si es lo segundo, comienza el calvario por el oxígeno, las medicinas, los cuidados de los otros familiares, etc. 

No se engañen, no hay un solo culpable. Todos somos un poco culpables. Nos dijeron que no salgamos de casa, y buscamos cualquier pretexto para salir sin tener la necesidad de hacerlo; nos dijeron que nos lavemos las manos constantemente y no lo hicimos; se nos advirtió del uso de mascarilla, lo hicimos mal o solo por cumplir; se nos pidió distanciamiento social y parece que no entendemos,  por eso mejor haber si ahora, aunque ya es un tanto tarde, entendemos: “¡desapéguese!”, por caridad.

Dejemos al gobierno con sus cosas. Están 300% tarde en las estadísticas de Arequipa. Hoy es necesario una resistencia civil contra el virus, una actitud ciudadana en favor de la vida: ¡desapéguese!, no le cuesta nada.

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