Redacción
Miguel Mejía Castro, pasó diez años retratando la peregrinación al Santuario del Señor de Qoyllurit’i en Cusco. Plasmar en fotografías la mayor expresión cultural del mundo andino no fue un trabajo más para el destacado fotoperiodista, sino que es parte de su vida, pues se unió como ukuku a la nación Paucartambo, fiel devota y heredera de la ancestral tradición que une fe, cultura, amor y respeto por el Cristo crucificado y por la naturaleza.
Toda esta vivencia está registrada en un libro ilustrado con más de 150 fotografías. La muestra Qoyllurit’i: los hijos de la montaña sagrada, está conformada por más de 80 fotografías, la cual se exhibe gratuitamente en el Centro de las Artes de la Universidad Católica San Pablo, ubicado en la calle Palacio Viejo 414-Cercado, hasta el 29 de julio.
“La muestra nos permitirá conocer todo el ritual que implica esta peregrinación que une la danza y música en las faldas del nevado Qolqepunku. Allí se venera tanto la figura de Cristo crucificado y pintado sobre piedra, y al mismo tiempo las fuentes de agua, el nacimiento de los ríos y el movimiento de los astros. Todo ello en complicidad con al apu Ausangate, presente con su majestuoso perfil durante la celebración”, explica Mejía Castro.
Parte de los ritos alrededor del nevado, incluyen la procesión de las 24 horas, denominada Inti Alabado en Intilloqsina, la cual se hace con comparsas y trajes de gala multicolores por un camino serpenteante de 8 kilómetros, muy difícil y peligroso de recorrer.
A lo largo de este recorrido hay 14 cruces alrededor de las cuales se arman altares. A mitad de camino está el antiguo templo denominado Sinak’ara. Allí los peregrinos piden por la salud, la paz, las cosechas, la mejora del ganado, el bienestar de las comunidades y el perdón de los pecados.
Importante
La festividad y el santuario del Qoyllurit’i es Patrimonio Cultural de la Nación desde 2004 y desde 2011 es parte de la lista representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la Unesco.
Cambio climático
En sus fotografías, Mejía Castro, también hace un llamado de atención claro de los efectos del cambio climático sobre el nevado Qolqepunku, el cual perdió gran parte de la nieve que debía ser perpetua.
Allí los ukukus danzaban hasta el amanecer en homenaje a la naturaleza. Ya no es lo mismo. La pérdida de la nieve les duele porque es sagrada. Entre 1962 y 2016, la cordillera de Vilcanota (donde se encuentra el Santuario del Señor de Qoyllurit’i) perdió cerca del 40% de hielo.
El autor es fotoperiodista de larga trayectoria en medios nacionales. También es colaborador de medios internacionales como El País, The Guardian, El diario de Madrid, entre otros. Expuso en importantes salas nacionales. Es autor de tres libros de fotografía documental y recibió diversas distinciones dentro y fuera del Perú. También es docente de fotografía documental.
Antes de Arequipa, esta exposición fue presentada en el Templo del Koricancha (Cusco) y en junio en la Galería Pancho Fierro (Lima).
Fiorella Quintanilla, directora del Centro de las Artes de la Universidad Católica San Pablo (UCSP), invitó al público a no perderse esta muestra porque está cargada de peruanidad, de tradición y devoción del pueblo andino. Por ello es presentada en Arequipa en el mes patrio, para que, además de la admiración que generan las imágenes, promueva una reflexión y valoración por nuestra cultura.