Fallecidos por COVID-19 aumentan, pero pocos cementerios aceptan sepultarlos

Camposantos municipales se niegan a recibir cadáveres pese a exhortaciones del Ministerio Público y Gerencia de Salud

Fallecidos por coronavirus aumentan pero pocos cementerios aceptan sepultarlos.

Las más perjudicadas son las familias con menos recursos económicos e indigentes que no pueden acceder a un lugar de descanso por prejuicios y por altos costos.

Kelly Castillo Mamani

Arequipa pasa por un momento crítico por la pandemia del COVID-19 y la cifra de fallecidos sigue en aumento (541 a la fecha), sin embargo, pocos cementerios en la ciudad aceptan sepultar los restos de las víctimas del letal virus. 

La mayoría de los municipios que tienen a su cargo alrededor de 25 cementerios públicos, se niegan a enterrar a estos difuntos. Los prejuicios y el temor injustificado al contagio se imponen, a pesar de las reiteradas exhortaciones que hace el Ministerio Público y la Gerencia Regional de Salud de Arequipa.

Los únicos que reciben sin reparos a víctimas de COVID-19 son los cementerios privados Parque de la Esperanza, Jardines de Arequipa y Parque del Recuerdo; también el cementerio público de La Apacheta, pero pagando los costos del servicio.  

Los deudos tienen dos opciones: la cremación cuyo costo varía de 2 800 a 3 600 soles o la inhumación en cementerios, cuyo precio varía mucho de acuerdo al camposanto. 

En el caso de los cementerios privados, el costo del servicio funerario oscila desde los 7 000 soles (tumbas compartidas) hasta los 27 000 soles (tumbas exclusivas para la familia). El pago se puede realizar en cuotas. 

En el cementerio de La Apacheta, según Ernesto Acosta, administrador del recinto, el costo de los nichos va de 4 780 a 9 982 soles, según el nivel de cada pabellón. Hasta el miércoles de la semana pasada, allí se sepultaron 75 cuerpos de fallecidos por el nuevo coronavirus. En un cementerio distrital el costo va de 900 a 4 000 soles. 

Asegurados y no asegurados

Actualmente EsSalud y las aseguradoras privadas, atienden los servicios funerarios de sus asegurados. El Sistema Integral de Salud (SIS) hace lo propio con los suyos, sin embargo, no siempre el dinero se ejecuta a tiempo o no cubre el gasto total, —según refieren las funerarias y los familiares— por lo que los deudos deben asumir parte del costo con sus propios recursos. 

El mayor problema es para las familias humildes y los indigentes, que no cuentan con ningún seguro. No tienen el dinero suficiente para acceder a una sepultura digna y menos a una cremación. 

Según el director ejecutivo de Salud Ambiental y encargado del equipo humanitario de recojo de fallecidos por COVID- 19, Zacarías Madariaga Coaquira, estos casos que tienen dificultades en el entierro representan entre el 5% y 10%. 

Además, aclaró que no es su responsabilidad enterrarlos porque de eso se encarga la familia, ellos hacen lo posible para que se solucione el problema ya que hay mucha desesperación en los deudos.

“Los alcaldes son insensibles, no asumen su responsabilidad. Eso es ser inhumano porque la gente llora… incluso los que tiene SIS también tienen dificultades, los deudos tramitan su sepelio, pero no los quieren recibir por prejuicios”, comentó. 

Cementerio en Culebrillas 

La negativa a recibir estos cadáveres y los altos costos, fueron algunas de las razones para que el Gobierno Regional de Arequipa iniciara los entierros en el cementerio que habilitó en el sector de Culebrillas en Uchumayo, a pesar que sobre este proyecto habían observaciones de la Contraloría General de la República y está pendiente una demanda en el poder judicial. 

Para Madariaga Coaquira la construcción del cementerio en Uchumayo es “una solución inmediata a un problema sanitario”.

“El Gobierno Regional tiene que asumir una responsabilidad que no le compete para solucionar el problema. Es una necesidad inmediata. En caso de emergencia ¿qué hacemos?, ¿esperamos que a los alcaldes les haga un proceso judicial, hasta que salga la sentencia para que asuman [su responsabilidad]? Esta salida ha sido inmediata y es una solución a un problema sanitario en una época de emergencia”, sostuvo. 

Espacios reservados

Según información de la Gerencia Regional de Salud (Geresa), a los alcaldes de Arequipa se les exhortó vía oficio, a reservar y habilitar un área del 5% de sus cementerios para la inhumación de cadáveres cuya causa de fallecimiento sea el COVID-19, de conformidad con la Ley de Cementerios y Servicios Funerarios.

La fiscal de Prevención del Delito, Ana Cecilia Cordero Echenique, también exhortó a 24 municipios de Arequipa, dar cumplimiento a esta directiva, de lo contrario podrían ser denunciados por incumplimiento de medidas sanitarias, sin embargo, la mayoría se resiste a hacerlo.

Dentro de las pocas municipalidades que cumplieron, están Characato y Yarabamba, que sí mostraron su disposición a ceder el terreno. Otras como Chiguata, Cayma y Alto Selva Alegre, indicaron que no tienen espacio. 

El resto de municipios no se ha pronunciado y según la Geresa, en la práctica se negarían a recibir estos cuerpos. Esto ocurriría con Mariano Melgar, Yura, Socabaya, entre otros. En el caso de Uchumayo, respondieron que los aceptan previa documentación de cada fallecido.

No obstante, las empresas funerarias —que fueron consultadas para este reporte—afirmaron que en los distritos se niegan a recibir cuerpos con COVID-19 o ponen trabas. Ojalá que pronto, estas víctimas de la pandemia puedan descansar en paz.

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