La Redonda: una deliciosa armonía hecha galleta

Gabriel Centeno Andía

¿Qué pasa cuando se juntan tres amigos músicos que además son apasionados por la repostería? Simplemente brota una deliciosa armonía. Hace algunos meses, Karlyana Esteban, Francisco García y Raúl Pimentel, iniciaron un singular emprendimiento llamado La Redonda, que consiste en la elaboración de galletas de vainilla en forma de pizza. No solo eso, además están cubiertas con Nutella o manjar blanco con variados toppings, principalmente dulces y chocolates.

‘Pizzgalleta’ era el nombre que esbozaron para su producto, pero finalmente decidieron no complicarse y llamarla galleta en forma de pizza. El nombre La Redonda, obedece a la presentación de su producto, pero además es una referencia a la figura musical.

Actualmente, Raúl y Francisco, forman parte del equipo de maestros de la asociación Sinfonía por el Perú en Arequipa, organización liderada por Juan Diego Flores y que tiene por objetivo, mejorar la calidad de vida de los niños más vulnerables del país, a través de la educación musical y, además, decidieron involucrarse en este dulce emprendimiento.

Iniciarlo les tomó casi el mismo tiempo que dura organizar un concierto. Los tres jóvenes son metódicos y si bien sabían ‘algo’ de repostería básica, decidieron especializarse y tomar clases en el Instituto del Sur, hasta conseguir el producto que querían. También debieron organizar su tiempo para no afectar sus actividades diarias.

“Tuvimos varios conejillos de Indias, invitamos a amigos y vecinos para pedirles su opinión. La primera galleta que horneamos salió muy dulce y la segunda salada, pero siempre estuvimos seguros de nuestro producto. Al final, lo reconfortante es que muchos clientes volvieron a comprar y eso fue un buen indicio”, refiere Karlyana.

La Redonda, no es una empresa que solo busca generar ingresos, es además la oportunidad que tienen los jóvenes músicos para culturizar a sus clientes; precisamente algunas denominaciones que usaron para sus presentaciones, llevan el nombre de grandes músicos como Ravel, Vivaldi, Mozart y Beethoven.

“Ravel es la galleta más grande e intentamos hacer referencia a su obra musical Bolero, que empieza con un redoblante y va creciendo hasta convertirse en un todo, por eso nuestra presentación de Ravel tiene todos los toppings. De similar forma, trabajamos el concepto de Vivaldi que tiene cuatro secciones coloridas, relacionadas a su obra Las cuatro estaciones”, explica Raúl.

Los amigos músicos, viven juntos hace un año y medio. El aislamiento por la pandemia motivó a la pareja de esposos, Karlyana y Francisco, invitar a Raúl a su departamento para intentar sobrellevarla y allí se quedó hasta la actualidad. Raúl dice que es la ‘mascota’ de la pareja.

“Nos conocemos desde la infancia con Raúl y la parte musical que nos une se convirtió en una familia. Ahora estamos desarrollando nuevos proyectos y juntos vamos a aprovechar lo que aparezca en el camino. La Redonda, definitivamente, es un negocio familiar”, asegura Francisco.

Los jóvenes emprendedores esperan —pronto— montar una tienda en la ciudad, pues actualmente la mayoría de ventas se desarrollan por redes sociales (Instagram y TikTok). Además, anhelan tener una franquicia en el país, pero ahora este singular emprendimiento, suena muy bien.