El emprendimiento que nació de la nostalgia

Gabriel Centeno Andía

La primera vez que Raúl Neyra jugó con una consola de videojuegos, tenía 7 años. Fue un Atari —que no era suyo— y disfrutaba mucho jugarlo con su hermano, luego un primo tuvo un Nintendo y allí empezó a convertirse en un vicio.

“Lo que me impactó fue la experiencia de asumir roles y convertirme en héroe o villano”, refiere, pero lo que más recuerda, es que solían enfriar el transformador del dispositivo en una refrigeradora para acelerar el proceso y seguir jugando.

Años más tarde conoció el Super Nintendo y fue una época que lo marcó por la variedad de juegos y la reducida probabilidad de que sus padres le compren este ‘mágico’ artefacto. “Luego llegaron más consolas, pero tener un Super Nintendo se convirtió en un sueño que solo pude hacer realidad cuando empecé a trabajar, es decir hace unos 15 años”, revela.

Actualmente, Raúl es técnico en mantenimiento y operación de equipo pesado y por la nostalgia —o necesidad— de recuperar algo de su infancia, empezó un negocio con alta demanda en la ciudad de Arequipa: la compra y venta de consolas y videojuegos que superan los 30 años de antigüedad.

RETRO Gamers AQP es un negocio que nace de la melancolía, pero también tiene demanda en jóvenes que desean vivir la experiencia de jugar en consolas fabricadas, cuando ellos ni habían nacido. “Yo me convertí en coleccionista y en la búsqueda de algunos equipos y juegos me di cuenta que había varios disponibles, así que los compraba y también los ofrecía. Así empecé”, narra.

Juego y pandemia

El negocio empezó hace cinco años. Al principio, era regular la cantidad de personas que lo contactaban por Facebook para comprar, sin embargo, el año pasado las ventas aumentaron significativamente y las cifras que registraba usualmente en julio o diciembre —por las gratificaciones— las empezó a percibir en abril, mayo y junio.

“Me pedían de todo por mi página de Facebook [RETRO Gamers AQP] y si no lo tenía, lo conseguía. Así fue que nació la filosofía de, lo que tu nostalgia —y dinero— puedan anhelar, retrogamer lo hace posible”, refiere.

Uno de los modelos de la marca Nintendo que más demanda tuvo durante la pandemia, fue el Wii porque resultaba práctico y entretenido en el modo multijugador y además permitía (previa instalación de emuladores), jugar Nintendo y Super Nintendo. “En general, creo que hemos contribuido a integrar a las familias, porque varios papás nos pedían más mandos para poder jugar todos. Es una experiencia reconfortante”, asegura.

Incluso Raúl suele compartir parte de su tiempo en jugar con sus hijos Joaquín y Adriana, además de su esposa Johanna, quien eventualmente suele ganarle en las peleas de Tekken. Hace algunos meses, empezó a fabricar modelos arcade —sí con las palanquitas y botoncitos— y tuvo buena acogida.

Como coleccionista, juntó más de 2 500 juegos de diferentes plataformas y 90 consolas, desde las antiguas como el Atari y Game Boy, hasta las modernas como Play Station y Nintendo Switch.

“Los verdaderos gamers son los antiguos, los que sacaban las historias de Street Figther o Megaman, leyendo las revistas de Nintendo, alquilando un Super Nintendo a 5 soles para jugar toda la noche o mirando cómo lo hacían los más capos en el Pinball. La experiencia te convertía en un gamer. Los juegos de ahora dependen del dinero que puedas pagar para conseguir implementos y armas más poderosas. Para mí, hay una notable diferencia”, asegura.

Actualmente RETRO Gamers AQP tiene una tienda en la calle Octavio Muñoz Najar N°. 140, interior S-4 en el Cercado, donde mantiene vivo el feeling por la vieja escuela. También realiza la entrega a domicilio de sus productos para satisfacer las necesidades de toda una generación, a la que resulta más importante la nostalgia que el mismo dinero.