Tacna lucha para erradicar brote de mosca de la fruta

La cantidad de moscas capturadas en trampas se ha reducido después de diez meses de trabajo sostenido; sin embargo, la meta es llegar a la menor cifra posible. Esta plaga no solo afecta a los frutales, sino también al olivo, el producto emblemático de la región fronteriza.

Personal de Senasa enseña a los agricultores a elaborar un cebo tóxico biológico, amigable con el medio ambiente. (Foto: Senasa Tacna)

Liz Ferrer Rivera

Desde octubre de 2024, el Servicio Nacional de Sanidad Agraria del Perú (Senasa) comenzó una intensa campaña para erradicar el brote de mosca de la fruta más grande que ha enfrentado Tacna en los últimos 17 años. Diez meses después, la reducción de la plaga ha sido considerable, pero aún no es suficiente para garantizar que el agro tacneño esté fuera de peligro.

La mosca de la fruta es una de las plagas más dañinas para frutales y hortalizas. El insecto deposita sus huevos en frutas y las larvas se alimentan de la pulpa, causando su deterioro y pudrición. En diciembre de 2007, el Gobierno peruano declaró a Tacna y Moquegua como regiones libres de esta plaga, tras ganar una lucha que comenzó en 1990.

Curva de la plaga

En los años noventa, Tacna registraba un promedio anual de MTD de 15.5 moscas (número de moscas que caen en una trampa por día). En ese contexto, se creó un programa nacional exclusivamente destinado a combatir esta plaga. Para el año 2004, el MTD de Tacna finalmente alcanzó el valor de cero, al igual que en Moquegua.

En abril de este año, el pico más alto del brote en la región alcanzó un MTD 3.3. El director de Senasa en Tacna, Alberto Díaz Neyra, explica que la región tiene 3200 trampas contra la mosca de la fruta y el MTD actual –después de meses de trabajo– es de 0.9, cifra que aún representa “condiciones altas” de riesgo. “El ideal es estar en menos de 0.1”, comenta el funcionario.

Díaz detalla que hay varios motivos que habrían favorecido esta proliferación. Si bien en otras ocasiones se registraron otros brotes, ninguno alcanzó la magnitud del ocurrido este año. Entre las causas se encuentra el propio crecimiento agrícola, impulsado tras la declaratoria de área libre de mosca de la fruta hace 17 años.

En esa época, Tacna tenía 11 mil hectáreas de cultivos hospedantes, es decir, frutos donde la mosca podía crecer. En la actualidad, esos cultivos superan las 35 mil hectáreas, con muchos agricultores nuevos. Varios de ellos no tienen el mismo nivel de conciencia sobre el tema ni asumen las medidas de prevención que aplicaban sus antecesores.

Para evitar la plaga es necesario que los agricultores recojan los remanentes de las cosechas, es decir, aquellos frutos que no son recogidos por diferentes motivos. Dejarlos ahí, en el mismo campo, es un foco de riesgo para el ingreso de la mosca.

“Por ejemplo, la naranja ya culminó su cosecha comercial, pero generalmente dejan ciertos frutos en los árboles que caen con el tiempo y la mosca puede poner ahí sus huevos. Por eso es fundamental la tarea intensiva de recoger y enterrar esos frutos”, señala Díaz.

El cambio climático también ha jugado un rol importante en el brote. Cada año, las temperaturas son más elevadas y facilitan la reproducción de la plaga. Además, las etapas de maduración de los cultivos se han acelerado y cada vez se tienen periodos más cortos de campo libre. Por último, aunque por un tema estrictamente económico la sobreproducción puede ser positiva, para la salud de las plantas no lo es, pues aumenta el riesgo de plagas.

EL DATO

Los cultivos hospedantes de la mosca son todos los frutales, el olivo y todas las variedades de ají. El olivo, producto bandera de Tacna, posiciona a la región como el primer productor y exportador a nivel nacional.

El recojo de frutos caídos es fundamental para evitar que la mosca deposite sus huevos en ellos. (Foto: Senasa Tacna)

Meta prevista

El Senasa quiere llegar al 0.1 MTD en diciembre. El director de esta institución en Tacna, Alberto Díaz Neyra, dice que de alcanzarse esta cifra se podrá ver con más optimismo la siguiente campaña agrícola. Para lograr esta meta no basta con el trabajo de Senasa, también se requiere la participación de los gobiernos locales y de los mismos agricultores.

Por ahora, el Gobierno Regional de Tacna anunció que invertirá presupuesto en la campaña contra la mosca de la fruta. Existe una norma que le permite a los gobernadores invertir en programas de control contra esa plaga, ayudando a cerrar las brechas existentes en materia de prevención.

Senasa, a pesar de contar con recursos, aún no cubre la totalidad de los predios agrícolas sin fines comerciales. Hasta el momento, la campaña ha alcanzado al 50 % de esos predios y esperan que con el anuncio del gobierno regional se logre cerrar la brecha.

Por ahora, no existen cifras del daño económico causado por la mosca de la fruta en los cultivos o cosechas. Aun así, Díaz reconoce que minimizar las consecuencias de la plaga sería negar la realidad, ya que en campo los trabajadores de Senasa sí han visto cultivos afectados.

Por eso, confía en que Tacna nuevamente logre controlar por completo la plaga y alcance las cifras que se tuvieron en años anteriores, con la ayuda de todos los sectores involucrados en el desarrollo agrario.

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