¿Qué hace distinta a esta ‘caída’ mundial de las redes sociales y qué podemos aprender?

Docente de Ciencia de la Computación de la San Pablo analiza lo sucedido con Facebook, Instagram y WhatsApp

Será muy difícil saber las causas reales de la caída mundial de Facebook, Instagram y WhatsApp.

Milagros Tairó Medina 

Julio Santisteban Pablo, docente del Departamento de Ciencia de la Computación de la Universidad Católica San Pablo (UCSP), es claro al indicar que será muy difícil saber las causas reales de la caída mundial de Facebook, Instagram y WhatsApp porque la empresa —a cargo de ellas— mantendrá en reserva esta información al considerarla estratégica y confidencial, lo único que hará será atribuir a una falla de mantenimiento en su software y hardware, como lo ha hecho antes.

El profesor de Seguridad Computacional en la San Pablo, explicó que generalmente los apagones en las plataformas digitales se deben a problemas con el DNS (Sistema de Nombres de Dominio). Este servicio convierte las direcciones de texto (facebook.com) a numéricas (IP) para establecer la comunicaciones con los servidores. En este caso pasa lo mismo, el protocolo de puerta de enlace (BGP) entre los DNS y los IP de Facebook están fuera de servicio o desconectados del Internet. Por eso las redes sociales de esta corporación no funcionan al igual que Messenger, Oculus VR, juegos y otras aplicaciones.

“Las grandes empresas de tecnología no alquilan el servicio de Internet, ellas mismas son el Internet. Cuentan con grandes infraestructuras físicas y virtuales que les permite funcionar. La diferencia de lo ocurrido ayer (4 de octubre) es que el sistema interno de comunicaciones de Facebook fue dañado, por eso su backup de respuesta no ha funcionado y el servicio no pudo ser repuesto en corto tiempo, como otras veces, sino que se prolongó por más de seis horas”, detalló Santisteban Pablo.

Lo otro que evidencia, esta caída por tiempo prolongado, es que muy probablemente Facebook, que también es dueño de Instagram y WhatsApp, tiene sus centros de datos funcionando de manera centralizada, por eso el perjuicio fue a nivel mundial.

En opinión del Dr. Julio Santisteban Pablo no hay que descartar un ataque de hackers. Esta hipótesis cobra fuerza al ver que voces “no autorizadas” de Facebook salieron a desmentir esta posibilidad y más aún, que la caída ocurrió en el momento en que el director de Seguridad de Facebook, Antigone Davis — en un entrevista en vivo por televisión— afirmaba que Instagram no era dañino para los jóvenes.

“Lo que pasa es que investigaciones independientes concluyeron que uno de cada tres adolescentes que usan Instagram sufren de depresión y ansiedad, debido a problemas con su autoestima. Esto es gravísimo, pero lo peor es que en la empresa lo sabía y no hicieron nada. Esto sin duda puede haber generado un ataque de hackers como represalia a esa actitud”, comentó el docente UCSP.

Estados, empresas y usuarios

Para el especialista el problema ocurrido debe ser una alerta para reforzar la seguridad computacional a nivel de los gobiernos, empresas y usuarios finales. En Perú, por ejemplo, estamos muy expuestos. No debemos olvidar que toda la información que transmitimos por Internet viaja a servidores en el extranjero y luego retorna al país, lo que nos hace presa fácil de hackers o de robos de información.

Según Santisteban Pablo, el Gobierno tiene que establecer la legislación y condiciones necesarias para que la información no salga de nuestras fronteras. Aseguró que esto es totalmente posible ya que naciones como Alemania impusieron esta condición a Google y la empresa tuvo que instalar una sede de operaciones allí. “Perú también puede y debería exigir algo similar, en este caso no depende si eres un país grande o chico sino de la seguridad de tu información y por ende de tu población”, afirmó el doctor en Ciencia de la Computación.

En el caso de las empresas, caídas en redes sociales tan populares también implican miles y millones en pérdidas. El especialista les recomendó no dejar su “vida digital” en manos de terceros, como ocurre con el comercio electrónico realizado WhatsApp, porque cuando hay estos problemas, su funcionamiento se paraliza o se ve seriamente afectado. Los negocios deben invertir en sistemas propios como una alternativa en casos en que las redes de uso general dejan de operar.

Los usuarios finales son probablemente los menos afectados, pues pueden recurrir a otras redes como Telegram, que también se saturó y se puso lento ante el paso masivo de usuarios. Los mensajes de textos, llamadas telefónicas y correos electrónicos son herramientas de comunicación instantánea más seguros, debido a que tienen más tiempo en el mercado y como ya no son tan usados, no padecen de tanta saturación.

Finalmente, el especialista recomendó no tener archivos importantes, ya sea de trabajo o personales, guardados en las redes sociales. Estas no son archivadores seguros, este material debe estar en computadoras o memorias personales y, de preferencia, con contraseñas para ampliar el nivel de resguardo.

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