“No se trata solo de asignar recursos, sino de que efectivamente se gasten”

Patricio Quintanilla Paulet es economista. Además, director general de Ovis Consulting y director de la carrera profesional de Administración y Negocios Internacionales de la Universidad La Salle.

Rolando Vilca Begazo

¿En qué medida el plan de impulso económico que destinará 5 500 millones de soles, y 1 500 millones adicionales para rehabilitar el país, ayudarán a dinamizar la economía nacional?
No se trata solo de asignar recursos, sino de que efectivamente se gasten. Recordemos que en el 2009 se asignaron 3 mil millones de soles para salir de la crisis mundial que nos golpeaba en ese momento y finalmente se gastaron 1 400, es decir menos de la mitad. El problema es que el Estado no tiene capacidad de gasto. Si gastan, lo hacen mal y, además, en forma tardía.

Entonces ¿qué hacer para que estos recursos resuelvan la emergencia y recuperen la economía?
No es negligencia de las autoridades subnacionales o que no quieran hacer, simplemente no tienen capacidad. Entonces, el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) debería destinar a algunos de sus burócratas de Lima para que trabajen directamente en los gobiernos regionales y, sobre todo, en los gobiernos locales para ayudarlos a hacer las cosas bien.

¿Usted cree que exista este interés de apoyar por parte del Ejecutivo?
Si se hiciera un convenio con universidades, institutos superiores y funcionarios del ministerio o de los gobiernos regionales para que vayan y se sienten, por ejemplo, en Ayo y ayuden a su municipalidad, sí se puede hacer. Los municipios pueden asignar recursos directamente o mediante convenios para que contribuyan con algunos técnicos.

Entonces ¿parte de este presupuesto debería ir a la contratación de técnicos para hacer un gasto más eficiente?
Ciertamente, pero hay que tener cuidado para que los técnicos no consuman una parte importante del presupuesto. Tampoco eso. Por ello decía que el MEF podría hacer convenios con las universidades locales para que colaboren con el desarrollo del país asignando algunos de sus docentes; eso no le originaría ningún gasto al Estado.

¿Hay algún antecedente respecto a esto en el país?
El tema es que por los problemas de escasa capacidad de gasto de los recursos de inversión, ninguno de los niveles del Gobierno [nacional y subnacional] llega a cumplir sus metas. Ninguno. El Estado tiene un millón doscientos mil trabajadores, ¿no habrá 1 700 capaces para que puedan ayudar en esto?, por supuesto que los hay. Es un tema de gestión, para que vayan al Perú profundo.

‘Limacentrismo’

El presidente Kuczynski, después de haber sido ministro de Economía y Finanzas, debería conocer esta realidad, ¿por qué no asume acciones para resolver este problema?
El problema es que todos los limeños son centralistas. Ahora, ¿por qué están preocupados y alarmados por las emergencias [que dejaron las intensas lluvias]?, porque el desastre llegó a Lima. Solo reaccionan cuando les afecta directamente a ellos. Fíjese, el presidente ha dicho que declarará en emergencia la carretera central para que se diseñe un nuevo proyecto y se ejecute a la brevedad posible. Eso es más centralismo, porque es la vía que abastece a Lima.

Lo que ha dicho el presidente es que los distritos del norte se irán incorporando a la situación de emergencia de acuerdo a las condiciones en las que se encuentren.
Claro, pero se refirió directamente a la carretera central, ¡y el resto del Perú! El problema es que el centralismo es un círculo vicioso. Lima es la tercera parte del Perú y se retroalimenta, no hay una vocación descentralista.

¿Usted cree que gran parte de estos 7 000 millones de soles podrían ser absorbidos solo por Lima?
Por supuesto, el ministro de Economía [Alfredo Thorne] ya adelantó que de los primeros 5 500 millones unos mil irán para las zonas más pobres, los otros 4 500 millones sabe Dios dónde acabarán. Este es el problema más grande del Perú y responde a un proceso de retroalimentación de los propios centralistas.

Recuperación económica

Analicemos algunas de las medidas para dinamizar la economía. La propuesta de crear 150 mil viviendas de Techo Propio, ¿qué impacto tendría a nivel nacional?
Son viviendas de 80 mil soles, de 40 a 50 metros cuadrados y básicamente están orientadas a los segmentos C, D y E de la población. Eso está bien. En el sur vemos que para segmentos A y B hay exceso de oferta. Donde hay déficit es en los sectores C, D y E, ellos no pueden acceder a departamentos de 100 mil o 150 mil dólares. Entonces, esta medida es correcta y tiene un doble impacto. Se satisface la necesidad social de vivienda de un segmento muy vulnerable y se impulsa la generación de empleo. Ahora, ojalá que las 150 mil viviendas estén distribuidas en todo el país; una vez más el centralismo podría evidenciarse.

El Gobierno también entregará S/ 1 100 millones a Cofide para que, a través de un fideicomiso, pueda usarse como garantía de una línea de crédito de S/ 3 300 millones destinada a las MYPE. Este tema era un reclamo hecho durante muchos años, que debería ir de la mano con tasas de interés accesibles.
Aquí hay dos temas. Uno es que se requiere recursos para que las MYPE adquieran maquinarias; el problema está en la segunda parte: la tasa de interés. Hay líneas de crédito, pero si voy como gran empresa me cobran de 4 a 5 % al año; si voy como mediana, tal vez de 8 a 10 %; pero si voy como MYPE, llega a 60 % al año.

¡Qué empresa en este país o en el mundo puede resistir una tasa de 60 %! No hay forma alguna. Entonces si esto no va acompañado de una política real de reducción de tasas de interés, es por gusto. Los banqueros cobran esto porque el nivel de morosidad de la MYPE es más alta. Es cierto, pero tampoco pueden asumir una posición abusiva para con el sector microcrédito.

¿Cómo se puede hacer para reducir la tasa de interés de estos créditos?
Que Cofide entregue estos recursos con un condicionamiento: aplicar un spread [diferencia entre tasa de colocación y de captación] de 5 a 6 %, no más. Que no se dé libertad absoluta a las entidades financieras para fijar las tasas que quieran. Habrá que hacer un cálculo técnico para estimar el spread correcto, la tasa de riesgo, el costo administrativo y, por último, que Cofide se moje y entregue este dinero con tasas bajas y no con el 8 o 9 % que aplica en sus créditos promocionales, porque finalmente es una institución promotora del desarrollo.

Otra medida anunciada por el Gobierno es la creación de un fondo de adelanto social para acompañar a las inversiones mineras que en este momento bordean los US$ 18 700 millones; pero no se precisa cómo funcionará.
Efectivamente. La idea es que si hay un proyecto minero que pueda tener cierto rechazo del entorno social, entonces que el Estado invierta en esa zona como parte de un fondo de adelanto social para hacer acciones que beneficien a la población y que así acepte finalmente a la minería.

¿Es decir el Estado invertiría su propio dinero y no sería un aporte de la minería?
No, no. Por decir algo, si el Estado decide hacer obras de agua potable en determinado lugar donde hay un proyecto minero, que demuestre lo que se puede hacer y que finalmente la inversión minera se traducirá en recursos de canon. Es decir, el Estado daría una muestra de lo que podría hacerse con la minería para que la población vea. Pero ahí creo que hay una variable política que no se está considerando. En Tía María, por ejemplo, hubo una evidente influencia política y esa variable no se solucionará con temas de adelanto social si antes no se encuentra la forma de apartar el proyecto de la contaminación política.

¿Qué opinión tiene sobre el subsidio que aplicará el Estado para pagar el aporte de EsSalud por los nuevos trabajadores de 18 a 29 años que sean incorporados por el sector privado?
Aquí me pregunto, ¿las empresas van a formalizar a estos jóvenes porque no van a pagar 9 %? En este momento, las empresas, por decir, pagan a un trabajador informal mil soles y se acabó. Si lo formalizan, les cuesta 45.9 % más por EsSalud, CTS, vacaciones, gratificaciones, asignación familiar. Entonces, ahorrándose solo el 9 % ¿se animarán a formalizarlo?, quizás algunas; porque sigue habiendo un sobrecosto económico.

Entonces ¿no le ve un impacto positivo?
Algo ayudará, pero no será espectacular. De hecho, el propio ministro de Trabajo habla de crear solo 50 mil empleos en los siguientes tres años; los que resultan insuficientes, porque al año se incorporan 300 mil jóvenes al mercado laboral.

¿En general todos estos anuncios de inversión son suficientes para acabar el año con un crecimiento económico cercano al 4 %, como se anunció?
Solo el gasoducto sur andino significó detener una inversión de 5 500 millones de dólares. Es decir, estas medidas, en su conjunto, no compensan la paralización de los proyectos como consecuencia de la corrupción, que por cierto había que pararlos porque no podíamos seguir con estos hechos delincuenciales.

¿Y el sector privado no puede aportar en este aspecto o, como dijo el presidente de la Confiep, Roque Benavides, el sector privado ya le perdió confianza al Gobierno?
El año pasado la inversión privada cayó 5 %. Este año, se esperaba que se incrementara en 5 %, es decir que pasara de -5 a +5, o sea que aumente como 10 puntos, que es bastante. El problema es que todos estos hechos de corrupción por el caso Odebrecht, los problemas climatológicos y el hecho que la Secretaría de Estado de EE. UU. nos incluya en la lista de países que promueven el lavado de dinero, repercutirán en la atracción de nuevas inversiones. La Confiep no es el gran inversionista, el gran inversionista viene del extranjero y se fija en estos hechos.

El reto del gobierno de Kuczynski es que el gasto millonario anunciado se concrete,
de lo contrario no habrá recuperación económica.

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