José Colque
En la actualidad, tres de cada diez siembras de papa, cebolla, ajo y forrajes, se pierden en la región Arequipa debido a la presencia de plagas que restringen la adquisición de nutrientes a las plantas, según advirtió el presidente de la Sociedad Agrícola de Arequipa (Sada), Daniel Lozada.
En el caso de la plaga originada por el hongo Fusarium oxysporum, ataca a las raíces y poco a poco deja marchita y decolorada a la planta, a tal punto que afecta su organismo entre un 50 % y 100 %, y la puede matar.
Mientras que, en la papa, el hongo conocido como roya ataca desde las hojas hacia la raíz. La pérdida en este caso es similar a los otros productos mencionados. Daniel Lozada explicó que en años anteriores, cuando no tenían regulado el uso del agua por el fenómeno de El Niño, esta situación ni se percibía.
Si bien la pérdida en general por la presencia de plagas es difícil de calcular, se estima que de 600 toneladas (referenciando el 100 % de producción semanal promedio de la cebolla), se pierden 180 toneladas (30 %); por ello, sostiene que la llegada de estos productos a los mercados no es constante. Es más, si recordamos lo que ocurrió entre julio y agosto pasado, por la carencia de la cebolla y la papa, los precios también se incrementaron.
“Tenemos problemas serios con estas plagas debido al calor y uso regulado del agua. Sobre todo por el agua que también está ausente en zonas no reguladas”, dijo. Lozada alertó además que, para la próxima campaña de enero, los productos que podrían verse afectados en su cosecha por las altas temperaturas, serían frutas como el mango y limón, que provienen, principalmente del norte.
La única forma de hacerle frente a esta situación de calor y plagas es que se deje de regular el 5 % del uso de agua para la agricultura. No obstante, Lozada también deslizó la idea de implementar ‘sombras’, como mallas raschel en los terrenos de sembrío para evitar el fuerte calor, pero la propuesta es complicada y casi inviable de ejecutar. “Aparte de ello, también existen dos pronósticos, no se sabe si habrá sequía o abundantes lluvias”, agregó.
EL DATO
Según el docente en Gestión Ambiental de la Universidad Católica San Pablo, Anthony Pauca, desde 1990 se evidencian cambios significativos en el clima.
Efecto del cambio climático
De acuerdo con el docente de Hidrología Ambiental y Meteorología de la Universidad Católica San Pablo, y jefe del Senamhi, Guillermo Gutiérrez, hongos como la roya y el Fusarium se ven favorecidos con el cambio climático que acelera su proceso de expansión, convirtiéndose en plagas.
“Este es el escenario ideal de algunos hongos que también pueden estar migrando. Aunque, no podemos decir lo mismo de todos, porque hay otros que no se reproducen ni se desarrollan en los cultivos”, enfatizó.
Gutiérrez explicó que las plagas son temporales y su continuidad en esta época del año depende de las condiciones climáticas, y si el tipo de control como la fumigación no está sirviendo de mucho, debemos adaptarnos a la situación.
Mientras tanto, la Gerencia Regional de Agricultura inició un proyecto en el Valle de Tambo para controlar las plagas, esto implica capacitaciones, talleres y asistencias técnicas para los agricultores.
IMPORTANTE
Se teme que la cosecha de mango y limón, en el norte del país, también se afecte debido al cambio climático para la próxima campaña agrícola, a inicios de 2024.
Por otro lado, el docente de Gestión Ambiental de la Universidad Católica San Pablo, Anthony Pauca Tanco, sostuvo que lo más realista ante este panorama “es adaptarnos a la situación y adecuar el uso del agua en base a la regulación del consumo social y agrícola”, ya que el actual patrón de precipitaciones es extremo durante un mes y no se extiende más allá, a diferencia de años anteriores, y esto afecta el almacenamiento del líquido elemento. Sumado a ello, la sensación de calor seguirá avanzando por el cambio climático.
Además, destacó que ante la falta de agua se puede tomar en cuenta la hidroponía como método de cultivo alternativo.
“Por ejemplo, se pueden disponer de andamios de hasta cinco pisos y en cada uno se colocan bandejas. Las raíces quedan sumergidas en agua, entonces por medio de bombas, se recircula el líquido y está en constante flujo. De esas plantas se puede obtener fresa, lechuga, forraje o trigo”, explicó.