“Alfredo Zegarra era un lastre para la candidatura de Candia”

Gonzalo Banda Lazarte es profesor de Ciencia Política en la Universidad Católica San Pablo.

Rolando Vilca Begazo

En medio de la ‘resaca’ electoral, el analista político Gonzalo Banda Lazarte evalúa el escenario local y el regional que se vienen a partir de los resultados obtenidos en los comicios realizados el 7 de octubre.

¿Qué balance nos dejan las elecciones regionales y municipales en Arequipa?
Este proceso estuvo marcado por un voto displicente. No hubo una campaña con propuestas. Fue una campaña corta, en la que influyó mucho el escenario nacional; el descontento por la megacorrupción, por la corrupción institucional, por las denuncias de corrupción en contra del ex alcalde provincial [Alfredo Zegarra] y por la lentitud de los proyectos de desarrollo a cargo del Gobierno regional. En el fondo, se trató de una campaña que comenzó recién en agosto. Fue una campaña de muy pocas ideas y muchos ataques personales.

Pero eso ocurre en cada proceso electoral.
Puede ser, pero nunca he visto tanto como lo observado en las últimas semanas, con una campaña inmunda, con panfletos dejados debajo de las puertas de las casas, denuncias contra un candidato, fiscalía para otro. Hemos estado en una campaña bastante precaria de ideas y muy ‘criminalizable’, si se puede decir.

Un dato que llama la atención es que los votos nulo y en blanco que llegaron a 17 % en el 2014 ahora subieron hasta 22 %. ¿Qué significa eso?
No llegó a 35 % como muchos presagiaban, pero estamos en un margen que supera el récord histórico. Esto, porque la gente no tenía ilusión alguna para votar. Antes defendían a su candidato, ahora no ocurre eso. Por qué sube el voto en blanco o viciado, porque las cuatro o cinco principales figuras políticas son parte del elenco político tradicional, y de eso ya está cansada la población.

Aquí no pasó nada parecido a lo que ocurrió en Lima, donde ganó sorpresivamente Jorge Muñoz de Acción Popular.
En Lima, la renovación de la clase política ayudó a tener el resultado que se obtuvo. En Arequipa, no hubo renovación de cuadros ni de figuras políticas, por eso el voto se ha vuelto cansino y aburrido. Nos quedamos con el recuerdo de la campaña pasada y de lo que allí se dijo… No votamos por Javier Ísmodes porque es un candidato prochileno o no votamos por Élmer Cáceres porque es un violador. Esas ideas quedaron de la campaña anterior y las arrastramos hasta ahora. No hubo un candidato nuevo que ilusionara.

¿Hay una lectura común en la elección como gobernadores regionales de Walter Aduviri, en Puno, y Zenón Cueva, en Moquegua, o el primer lugar obtenido en la primera vuelta por Élmer Cáceres?
Es el sur andino peruano, que tiene ese componente de reivindicación de los intereses locales. No sé si sea un voto antisistema. La gente solo reclama que el Estado no funciona y no se preocupa por ellos. Es gente [la que respaldó estas postulaciones] que exige un cambio.

Cáceres pragmático

La eventual elección de Cáceres Llica como gobernador regional de Arequipa, ¿haría que el sur se convierta en una zona conflictiva y difícil para el gobierno de Martín Vizcarra?
Sin duda. Vizcarra tendría que negociar con actores políticos impredecibles. Aunque en honor a la verdad, Aduviri es más creíble, es una persona a quien se le puede creer en su discurso. Yo no sé si Cáceres esté convencido de su discurso, creo que le sirvió mucho para la campaña y pega en cierta parte del electorado, pero no sé si está convencido de esas ideas o solo las usa para ganar la elección. A Cáceres Llica lo veo más pragmático. Es un personaje de mucho símbolo, en su forma de vestir y en cómo se aproxima a la población. Se identifica como migrante, pero creo que si tiene que sacrificar eso para ganar votos, no dejará de hacerlo.

¿Quién tiene más debilidades, Javier Ísmodes o Élmer Cáceres?
Si me preguntabas eso hace tres semanas, te respondía que Élmer Cáceres, por su discurso de confrontación, su falta de preparación pública, las denuncias personales por violación, un proyecto político de incertidumbre, etc. Pero después de su participación en los debates, en los que caricaturizaba a sus rivales, viendo la votación que logró y cómo le marcó la línea de campaña a Ísmodes [le dijo que él representaba al pueblo y el otro a las mineras], me parece un tipo hábil. Obligó a Ísmodes a salir a la prensa vestido con la camiseta de [la selección de fútbol del] Perú. En ese sentido, ahora Ísmodes tiene más debilidades. Le será más difícil cambiar en la población esa idea de su afinidad con ciertos intereses económicos, empresariales y políticos.

¿Qué tanto pesa en el electorado esa imagen de ‘prochileno’ o ‘prominero’?
Para el arequipeño, tiene mucho peso el asunto de ‘prochileno’, ‘prominero’, ‘proempresarial’, que en el fondo vende todo y quiere Majes Siguas II para sí y no para el pueblo. Por eso el discurso de Cáceres Llica tiene mucho arraigo, y a Ísmodes le costará desmarcarse de eso.

¿Alianzas?

Si hablamos de alianzas políticas, aunque el endose del voto no funciona en el país, ¿quién podría conseguir un mayor apoyo de otras tiendas políticas?
Ninguno. Lo que más le convendría a Élmer Cáceres es que todo el establishment político se abrace con Ísmodes y que lo rechace. Él estaría feliz de jugar en esa cancha, porque se presentaría en contra de los partidos políticos tradicionales y de los corruptos, que se alían porque no quieren que llegue al poder. Entonces, si Ísmodes logra alianzas formales con sectores tradicionales, puede que eso le lleve a perder la elección.

¿El gran perdedor de esta elección es Arequipa Renace y, en especial, Alfredo Zegarra?
Tiene 24 municipios en toda la región, aunque, claro, en Arequipa metropolitana perdió mucha presencia, pero si se confirma el triunfo en la Municipalidad Provincial de Arequipa, se salvaría el movimiento.

¿Y cómo queda Alfredo Zegarra?
Muy golpeado. Incluso, una de las consecuencias de su presencia en la campaña es que Omar Candia no ganó con más facilidad [en la comuna provincial].

¿Fue un lastre para su campaña?
Así es y él se dio cuenta. Candia, en su discurso, se mantiene leal, pero evidentemente Zegarra era un lastre para su candidatura. Habrá que ver cuál es el futuro político de Zegarra, no creo que muchas personas extrañen su gobierno porque no fue bueno. Claro que marcó la ciudad con ocho años en el municipio de José Luis Bustamante y Rivero y otros ocho años en el municipio provincial, por eso no será fácilmente olvidado, aunque no tiene la mística de líderes como [Juan Manuel] Guillén. Pero si quisiera tentar la alcaldía de Bustamante, no veo un competidor que le haga la pelea.

Esta definición del ganador por un estrecho margen en la municipalidad provincial, ¿no crea un escenario de debilidad para la nueva gestión de gobierno?
Sí, y muy fuerte. Además, ambos, Omar Candia y Víctor Hugo Rivera, no superan el 12 % de los votos emitidos. No recuerdo un proceso [electoral] municipal en el que el alcalde haya obtenido tan poco respaldo. Y hubo un gran voto nulo y viciado. Esto ocasionará muchos problemas, porque cualquiera de los dos tiene un antivoto muy grande, y así no será fácil llevar adelante una buena gestión.
Candia, por ejemplo, tendrá que convencer a la población que no es [Alfredo] Zegarra, de lo contrario, no tendrá la tranquilidad en el cargo. Lo mismo pasaría con Víctor Hugo, que tendrá que demostrar que no es el de la gestión del club Internacional.

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