Textos y fotos: Heiner Aparicio Ojeda
Entrada a la planta de tratamiento de residuos sólidos de La Pascana, frontera del antiguo botadero de la ciudad.
Costales de residuos rodean el ingreso a la planta de tratamiento, donde los recicladores entran por la tarde a realizar su labor.
Cúmulos de material de reciclaje se observan en las viviendas aledañas a La Pascana.
Bultos repletos de botellas de plástico, dividen los lotes donde los recicladores realizan sus labores de segregación.
Don Hilario, cuenta que casi toda su vida fue reciclador. Antes podía reciclar en La Pascana, pero hoy no puede hacerlo porque fue concesionada.
Aún quedan los rastros del antiguo botadero de la ciudad, que hoy está cubierto por un relleno sanitario sobre el que trabajan los recicladores.
A varios metros del ingreso a La Pascana, viven varias familias rodeadas de animales y olores que emanan del botadero.
Así se vive en esta zona, en medio de los residuos de la civilización y la oportunidad para proveerse de algún ingreso económico.
Una jauría de perros convive con la población y se convierte en un peligro para la gente que se aproxima al lugar.
Aquí encontramos a Róger, sentado sobre el muro de su vivienda, para captar la señal de Internet y realizar sus clases remotas.
Huellas del antiguo botadero. Las viviendas informales son levantadas sobre lo que antes fue un relleno sanitario.
Sobre la basura se formaron las calles de la Pascana, el antiguo botadero de la ciudad de Arequipa.
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