¿Quién garantiza la calidad educativa en los colegios privados?

Los padres de familia tienen una gran responsabilidad al elegir el colegio privado para sus hijos.

Rolando Vilca Begazo

En la región Arequipa, según los registros de la oficina de estadística de la Gerencia Regional de Educación, existen 2 003 colegios privados en los niveles de inicial, primaria y secundaria. De ellos, más del 80 % cobra una pensión equivalente a S/ 301 o menos. La gran interrogante es si con esa retribución económica se puede garantizar una educación de calidad.

En opinión de Alfredo Aguilar Medina, especialista en temas educativos y presidente de Corpaidos, “hay una actitud voluntarista positiva” en el segmento de estas instituciones, pero “las debilidades son mayores”.

La mayoría de los docentes que laboran en estos colegios solo son egresados del programa de Educación, y si cuentan con el título pedagógico no aprobaron el examen de acceso a la carrera magisterial. Además, otro gran número corresponde a profesionales de otras áreas que pueden ser contratados, bajo la libertad que otorgan las normas actuales a la escuela privada.

En cuanto a ingresos salariales, en promedio perciben de 750 a 800 soles por 30 horas de dictado de clases. Con todo ello, y como destaca Alfredo Aguilar, se trata de personas que asumieron el trabajo docente, pero que en la práctica “no rinden porque no tienen un adecuado estímulo económico”.

Sin fiscalización

Lamentablemente, las autoridades de la Gerencia Regional de Educación de Arequipa (GREA) no pueden realizar ningún control sobre estas instituciones. Julio Delgado, director de Gestión Institucional de esta dependencia, admitió en una entrevista con Encuentro que no cuentan “con las armas legales para intervenirlos”.

“Y si lo hacemos, seríamos susceptibles de incurrir en usurpación de funciones y de ser denunciados por abuso de autoridad”, agregó.

Delgado recordó que la norma que permite la promoción de la inversión en la educación —D. L. 882 aprobado durante el gobierno de Alberto Fujimori— no les faculta a ingresar a las instituciones educativas privadas para fiscalizar la calidad de los servicios que brindan. Por ello, dijo que solo intervinieron en contadas ocasiones a raíz de algunas denuncias reportadas por los padres de familia.

Esa norma, agregó, debió derogarse hace mucho tiempo, pero no se hace nada desde el Congreso y tampoco se actúa desde el Ejecutivo. “Es una norma que se ajusta a los intereses de los privados y no a aquellos de los padres de familia o del propio Estado”, cuestionó.

Por todo ello, Delgado dijo que la GREA no podía garantizar un adecuado servicio educativo en los colegios privados ni tampoco en los que pertenecen al denominado ‘segmento A’, donde se pagan las pensiones más altas de la región.

“Nosotros solo podemos garantizar la calidad educativa en los colegios públicos, pero no en los privados. Las pruebas ECE [Evaluación Censal Escolar] han demostrado que los públicos están por encima de los privados, incluso de los que son del ‘segmento A’”, señaló.

De esta forma, el funcionario consideró que la responsabilidad de elegir un colegio privado recae directamente en los padres de familia, a quienes pidió que no se dejen sorprender por la publicidad que estas instituciones difunden.

Control administrativo

No obstante, y pese a este panorama de desconfianza que se cierne sobre las instituciones educativas del ámbito privado, Julio Delgado aseguró que en los siguientes días la GREA emitirá una directiva que permitirá a los inspectores de este sector verificar el cumplimiento de algunos requisitos para su funcionamiento.

Así, se verificará si cuentan con la resolución que avala su operación; si los servicios ofrecidos y el número de alumnos que reciben guardan relación con la autorización respectiva; y si las instalaciones cumplen las normas del Reglamento Nacional de Edificaciones, en cuanto a las condiciones mínimas de seguridad.

En caso de encontrarse algunas deficiencias o irregularidades, Julio Delgado adelantó que se podrían sancionar con el cierre del establecimiento, o también se podría recomendar la reducción del número de alumnos.

No hay indicadores

Otro aspecto que dificulta la medición de la calidad educativa en los colegios privados es la falta de indicadores de parte de la GREA. “Ellos [GREA] dicen que los inspeccionan, pero nunca presentan los resultados”, recriminó Alfredo Aguilar.

Y, claro, a qué conclusión se podría llegar si los inspectores de las diferentes unidades de gestión educativa local (UGEL) simplemente no pueden ingresar a estos establecimientos. Pese a ello, Aguilar consideró que en el nivel primario se pueden tomar en cuenta los resultados de la Evaluación Censal Escolar (ECE) que cada año aplica el Ministerio de Educación a los estudiantes de segundo y cuarto grado de primaria.

En este caso, las autoridades tendrían que dar a conocer este ranking para que los padres de familia puedan informarse. Por otro lado, el panorama en el nivel secundario es distinto. Allí


Lo dijo 

Según Alfredo Aguilar, en la última versión de la prueba ECE los que obtuvieron los mejores resultados a nivel primario fueron los colegios por convenio, pero el Ministerio de Educación asume este logro como si fuera suyo.


La cifra 

Al cierre del 2017, la población escolar en los colegios estatales llegaba a 153 864 alumnos; en los colegios privados, a 127 101 alumnos; y en las instituciones por convenio, a 34 225.

Según el portal web Identicole, del Ministerio de Educación, en Arequipa existen colegios privados que cobran pensiones de 50, 70 y 100 soles mensuales, en el nivel primario. Las pensiones más caras llegan a 1 390 y 1 230 soles, en Lord Byron y Prescott, respectivamente.

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