Las cifras que no convencen

Rolando Vilca Begazo

Días atrás se dieron a conocer los resultados de la Evaluación Censal de Estudiantes (ECE) que mide el nivel de comprensión en lectura y matemática en segundo de primaria y segundo de secundaria en todo el país.

El reporte, una vez más, no favoreció a Arequipa, sin embargo el gerente regional de Educación, Guido Rospigliosi, destacó nuestra presencia en los primeros lugares del ranking nacional. ¿Qué es lo que ocurrió? De acuerdo al informe, el 41 % de niños de segundo de primaria de la región Arequipa no entiende lo que lee y el 62 % no puede resolver problemas de matemática.

En seguida, Rospligiosi responsabilizó a los colegios privados de estos magros resultados, ya que mientras en lectura la escuela pública obtenía un 62 % de estudiantes en nivel satisfactorio, en los colegios privados este indicador bajaba a 57 %. Lo mismo ocurría en matemática, donde las instituciones estatales alcanzaron un 45 % de nivel satisfactorio, en tanto que en los privados era solo de 30 %.

La autoridad regional cuestionó además que en muchas instituciones privadas de nivel inicial se ofrecía aprender a leer y escribir o a sumar y restar, pese a que la currícula educativa no contemplaba tales aprendizajes. “Y esto les pasa la factura”, agregó.

Sin embargo, lo que llamó la atención es que el mismo Rospigliosi reconociera después el aporte de los colegios privados a la evaluación aplicada en segundo de secundaria. Esto, debido a que gracias a ellos, “nuestros estudiantes y docentes ocuparon un segundo lugar a nivel nacional tanto en lectura como en geografía, historia y economía, y un tercer puesto en matemática”.

No obstante, se debe aclarar que estos primeros puestos se lograron con rendimientos muy pobres. Solo el 25 % de estudiantes de segundo de secundaria entiende lo que lee, en tanto que un 27 % comprende acerca de historia, geografía y economía; mientras que un 23 % puede resolver problemas de matemática.

Claro que si comparábamos el rendimiento entre colegios estatales y privados, se evidencia que estos últimos obtuvieron un porcentaje mayor de alumnos con nivel satisfactorio en lectura y matemática. (Ver cuadro).

Es por ello que Rospigliosi terminó por admitir que “el sector privado en primaria aportaba muy poco a los resultados de la ECE, pero en secundaria su aporte era superior al del sector público”.

¿Resultados son ficticios?

Lo que llama la atención sobre estos resultados es que en la escuela pública, desde el 2015 se utilizan cuadernillos similares al examen que se aplica anualmente para preparar a los estudiantes y que son distribuidos por el mismo evaluador, el Ministerio de Educación, pero los resultados no son satisfactorios.

Esta práctica, en opinión de Alfredo Aguilar, presidente de la institución especializada en temas educativos Corpaidos, “es antiética y hasta inmoral”. “Es cierto que a los colegios privados de primaria les fue mal en la evaluación, pero el mérito de los públicos se ve ensombrecido por estas prácticas”, criticó.

Aguilar, con los cuadernillos en la mano, explicó que la intención del Ministerio de Educación a través de estos exámenes, tomados de manera trimestral a nivel nacional, era levantar el rédito político y demostrar que la escuela pública no es mala. Es por eso que consideró que los resultados obtenidos por las instituciones educativas públicas “serían artificiales”, por cuanto no medirían el nivel real de aprendizaje de los niños y los adolescentes.

Por su parte, el gerente regional de Educación, Guido Rospigliosi, negó que en los colegios estatales de Arequipa se prepare expresamente a los estudiantes para superar la evaluación censal. “Lo garantizamos: no preparamos para la prueba, realizamos un proceso normal de desarrollo de todas las competencias del plan de estudios”, indicó. Sin embargo, no pudo demostrar con evidencias tal afirmación.

Provincias pobres

A nivel de provincias, los resultados de la evaluación censal escolar demostraron que mientras los estudiantes de primaria vivan en localidades más alejadas de la costa y más pobres, tendrán un menor nivel de comprensión lectora.

Así, la UGEL Islay obtuvo los mejores resultados (65.6 %), incluso por encima de Arequipa (UGEL Norte y UGEL Sur). En tanto que en el otro extremo se encuentran La Unión y Caylloma, donde solo el 37 % de los alumnos de segundo de primaria entiende lo que lee.

Esta situación para Corpaidos, refleja un problema de inequidad que debe
ser afrontado por las autoridades del Gobierno Regional, la Gerencia Regional de Educación y las Unidades de Gestión Educativa Local (UGEL).

Más control

En cuanto al desempeño de la escuela privada, Alfredo Aguilar aclaró que un 70 % de los colegios que funcionan bajo esta modalidad ‘sobreviven’ y eso hace que los servicios que prestan no sean de calidad, por lo que pidió una mayor supervisión y acompañamiento de parte de las autoridades del sector educativo.

Guido Rospigliosi respondió que la falta de recursos y de personal les impedía cumplir con esta labor en los más de 1 900 colegios privados que existen en la región. En todo caso, consideró que la responsabilidad era compartida con los padres de familia “que decidían matricular a sus hijos en instituciones cuyas condiciones de funcionamiento eran de dudosa calidad”.

La solución en este caso sería extender la labor de capacitación que fomenta el Ministerio de Educación a todos los docentes, no solo del ámbito público, sino también del sector privado, tal como ocurrió en Moquegua desde hace unos años. Esta propuesta sería realidad, según admitió el coordinador territorial del Ministerio de Educación, Emanuel Leiva, solo si las instituciones privadas “solventan los gastos que sean necesarios para ello”.

El rendimiento escolar en Arequipa aún no despega, pero a las autoridades del sector no les preocupa.

«Nos hace falta una gestión comprometida»
Alfredo Aguilar, presidente de Corpaidos.

Los resultados de la última evaluación censal escolar son una vergüenza para Arequipa. La responsabilidad recae en el Gobierno Regional que no ha sabido tomar decisiones para mejorar el desempeño educativo como lo hicieron otras regiones que actuaron de manera coordinada con todos los actores: padres de familia, profesores, sociedad civil, y sin rechazar a los colegios privados.

Para revertir esta situación, debemos dejar de lado la improvisación. Las autoridades deben asumir la educación como política principal, pero no solo para invertir en infraestructura; necesitamos una gestión comprometida a mejorar los estándares de calidad.

Hay que dejar de lado estas fronteras entre colegios públicos y privados. Se debe trabajar de manera coordinada con políticas en formación, capacitación y acceso a medios de información.

A nivel de los estudiantes, hay que trabajar en la mejora de otras áreas, más allá de la comprensión lectora y las matemática. Seguimos siendo una escuela muy conexa al aspecto académico y nos olvidamos de que los niños son seres humanos y tienen otras demandas como, por ejemplo, un mejor desarrollo emocional y físico.

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