¿Cuál es el futuro de las bolsas de plástico?

Ante la falta de conciencia ambiental, la mejor forma de evitar el uso de bolsas de plástico es a través de una norma legal.

Rolando Vilca Begazo

El retiro de las bolsas de plástico del mercado, un tema que cada día toma más importancia por su impacto ambiental, también fue incluido en el mensaje a la nación por Fiestas Patrias del presidente Martín Vizcarra Cornejo. En esa ocasión, hizo un llamado para cambiar los patrones de producción y consumo de este material a fin de evitar su acumulación y su impacto negativo en el medio ambiente.

“Una bolsa de plástico se fabrica en un segundo, se usa 30 minutos y tarda más de 200 años en degradarse. Por favor, evitemos su consumo”, declaró. Pero ¿es suficiente este pedido presidencial para que el Perú se sume a la lista de países que ya no usa este producto?

En opinión de Javier Montalvo Andía, responsable de la Línea de Tecnología Ambiental del Instituto de Energía y Medio Ambiente (IEM) de la Universidad Católica San Pablo, “no es suficiente promover su desuso, ya que los peruanos aún no tienen una conciencia ambiental madura”.

En ese sentido, sostuvo que la prohibición, por una ley o por la disposición del pago por el uso de cada bolsa de plástico, se tornaría en la alternativa más viable para eliminar la contaminación relacionada con este producto.

En Chile

Sin ir muy lejos, y aunque toda comparación es desagradable, en Chile se acaba de promulgar la ley que prohíbe el uso de bolsas de plástico. El 4 de agosto entró en vigencia la norma que estipula que los grandes establecimientos comerciales de ese país entregarán, durante un plazo de adecuación de seis meses, “un máximo de dos bolsas plásticas por cada compra que realicen los consumidores”.

Vencido este periodo, la prohibición será absoluta en los supermercados, las farmacias y otros grandes comercios. En tanto que las pequeñas bodegas tendrán un plazo máximo de dos años para adecuarse a esta ley.

Sin política

Montalvo lamentó que en el caso del Perú no exista una política de Estado similar a la del vecino del sur. A ello se debe añadir la falta de colaboración del Congreso para aprobar una norma que apoye la prohibición del uso de bolsas de plástico.

Llama la atención que después de casi un año de discusión al interior de la Comisión de Pueblos Andinos, Amazónicos y Afroperuanos, Ambiente y Ecología se haya enviado al Parlamento dos dictámenes diferentes respecto a los plazos para el retiro de las bolsas de plástico, los sorbetes y los envases de tecnopor.

Esta situación, de acuerdo con el reglamento del propio Congreso, motivaría el retorno de ambos dictámenes —el primero aprobado por mayoría y el segundo, por minoría, con la intervención directa de congresistas fujimoristas— al mismo grupo de trabajo para que, una vez más, se vuelva a discutir los argumentos y se uniformicen los criterios.

El dictamen en mayoría proponía un plazo máximo de tres años para el retiro de las bolsas de plástico del mercado peruano y fue tramitado para su debate en el Congreso el 7 de junio; pero extrañamente cinco días después se recibió otro dictamen, en minoría, que ampliaba este plazo a cuatro años.

Contaminación

El potencial contaminante de las bolsas de plástico está relacionado con el tiempo que toma para su degradación, que puede ser de 100 a 400 años. Según Javier Montalvo, el nivel de degradación se basa en la densidad de los polímeros de los cuales están hechos estos plásticos. Mientras más densos sean, mayor será el tiempo para su degradación.

Así, un envase plástico de polietileno de primera densidad, que para su fácil reconocimiento es de color transparente y tiene más flexibilidad (bolsas y botellas, por ejemplo), a diferencia de un polietileno de alta densidad, se degrada en menos tiempo.

De acuerdo a la ONG ambientalista Greenpeace, a nivel mundial, cerca de ocho millones de toneladas de plásticos llegan a los océanos, lo que representa un 60 % de toda la basura marina. Estos desechos causan la muerte de aproximadamente 1.5 millones de animales marinos, según el Instituto de Investigación para el Desarrollo (IRD), de Francia.

Montalvo explicó que, dentro de este contexto —y si tomamos en cuenta que nuestro país tiene 3080 kilómetros de litoral (según el INEI) y uno de los mares más ricos en biodiversidad—, “el problema [de contaminación por el uso de plásticos] es grave para el Perú”.

¿Qué hacer?

En relación con las bolsas de plástico, Montalvo recomendó el fomento del uso de embalajes de papel o también el empleo de bolsas reusables, confeccionadas con material más resistente, como las conocidas bolsas de mercado.

“Como un primer paso, se debería cobrar por el uso de bolsas plásticas en los comercios. Con esto se incentivaría el uso de bolsas reusables de alta densidad y el regreso de las antiguas bolsas de tela para comprar el pan, por ejemplo”, agregó.

También es importante formar una conciencia ambiental en los ciudadanos, para que comprendan que sus acciones se revierten de forma negativa en algún momento del ciclo de vida de estos residuos. Para ello, es necesaria una participación activa de los gobiernos locales, asociados a instituciones educativas, a través de diferentes actividades de educación ambiental para la sociedad.


¡Cuidado con el tecnopor!

Para el medio ambiente, el impacto que provoca el uso de cualquier envase de tecnopor es similar al de los plásticos, y está relacionado también con los largos periodos de degradación.

Por otro lado, para la salud humana es muy nocivo, ya que estos recipientes, hechos con poliestireno expandible, son usados como recipientes para comidas y bebidas calientes. Lo que ocurre es que debido a las altas temperaturas, este material se degrada en estireno, que es un compuesto cancerígeno, reconocido como tal por la Agencia Internacional de Investigación de Cáncer (IARC). Es por ello que estos envases también están prohibidos en varios países.


Para tomar en cuenta 

Los envases de plástico tienen una interferencia negativa en la alimentación de los animales acuáticos y también son un foco de crecimiento de larvas y mosquitos, que transmiten enfermedades.

El plástico juega un papel relevante en la obstrucción de canales, torrenteras y cauces de ríos. Esto agrava el impacto de las lluvias, ya que se eleva la posibilidad de inundaciones y desbordes.

La acumulación de plástico genera también contaminación visual en las calles, los parques y el campo.


El dato 

A nivel mundial, se estima que cada minuto se consumen 10 millones de bolsas de plástico.

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