“Condenamos todos los actos violentos que se han cometido en nombre de Allah”

Parte de la comunidad musulmana en Arequipa (imagen de celular).

Bryan Ñaupa Barreda
Nicolás Pantigoso Ramos

Esta es tal vez una de las primeras veces —o una de las pocas— que la comunidad musulmana en Arequipa le abre sus puertas a un medio de comunicación. Son aproximadamente diez familias cuyos miembros llegaron de países como Argelia, Marruecos y Arabia Saudita. Algunos se casaron con arequipeñas y ampliaron la descendencia.

¿Sienten que la sociedad arequipeña tiene algún prejuicio en contra de la religión musulmana?
Shkodran Slimani (padre de familia, de Argelia): No es un prejuicio en sí, es algo nuevo para esta sociedad que les cuesta aceptar, en especial a aquellos que no quieren saber nada de la religión musulmana. En esta ciudad, y en general en este país, la gente no conoce lo que en verdad es el Islam, ellos están alarmados con la idea de que somos asesinos y personas muy violentas. Esas son ideas que obtienen de los medios de comunicación y, por tanto, no saben que estamos totalmente en contra de los actos terroristas que se han cometido en el mundo y en contra de estos terroristas que destruyen nuestra religión.

¿Piensan que la cultura arequipeña puede llegar a fusionarse con la cultura musulmana? ¿Hay rasgos similares o diferencias radicales?
Hani Bouanane (padre de familia, de Argelia, casado con una arequipeña): Son cosas distintas. Yo pienso que una cosa es religión y otra cultura. La cultura musulmana no es en sí una cultura, es una religión que tiene normas, deberes y derechos. Por otro lado, creemos que la cultura que la gente tiene aquí es conservadora y les hace falta información acerca de nuestra religión, ya que hoy en día la gente solo ve y cree lo que se publica en los medios de comunicación.

Una parte de nosotros provenimos de una cultura arábica y ustedes tienen una cultura muy distinta a la nuestra; aunque pudimos observar que aquí en Perú tenemos similitudes como en la arquitectura —que tienen elementos en común—. Pero respecto a la comida, somos muy diferentes, aún no nos acostumbramos al chaufa
o al ceviche (risas); nosotros consideramos al ajo como una penicilina, pero a ustedes no les agrada comerlo tal cual, de forma natural (risas).

Algunos de ustedes tuvieron que conocerse por medio de redes sociales, como es el caso de Hani y Pierina. ¿Fue difícil mantener una relación a través de una red social?
Pierina Rodríguez (arequipeña, casada con Hani de Argelia): Nosotros como pareja creemos que es cuestión de azares de la vida. En un inicio no sabes si la persona que está detrás de la pantalla es muy distinta de lo que conocemos por medio de un perfil, por eso al conocer a alguien te la juegas por completo y arriesgas. Por ejemplo, al segundo día de conocernos Hani me propuso matrimonio porque nosotros los musulmanes no podemos tener un enamoramiento, simplemente es creer y arriesgar.

Lo único complicado es la distancia: de Argelia a Arequipa es una distancia muy larga y tuve que viajar mucho. Pero [tú no puedes] conocer a la otra persona por Internet, se necesita la realidad para conocer y comprender cosas que no podías comprender de la otra persona a través de una pantalla y yo estoy muy feliz de haber conocido esas cosas.

Así como ustedes pudieron tener contacto por medio de una red social y fue posible aprender más uno del otro, ¿sienten que esa fricción entre modernidad y tradición
puede quebrarse en su religión?
Hani Bouanane: No porque usas Internet eres menos musulmán que otro que no lo usa. No condenamos el Internet, y mientras utilices los medios que tienes para una buena vida en felicidad está bien. Hoy en día se usa el Internet de manera inadecuada, haciendo cosas que no se deben hacer. Todos merecen respeto y merecen una vida en felicidad y el primer paso para conseguirlos es comenzar a respetarse uno mismo. Hoy en día, los jóvenes musulmanes utilizan las redes sociales para poder conocerse, y concluimos que la tecnología no destruye la religión, por ejemplo en nuestros teléfonos tenemos el Corán, podemos practicar deportes, podemos ver televisión y otras actividades cotidianas con tecnología.

¿Qué frase del Corán les recomendarían a aquellos que en nombre de Dios han cometido diversos atentados? ¿Y para todos aquellos que piensan que la religión musulmana es sinónimo de violencia?
Ahmed Saidi (padre de familia, casado con una arequipeña): Existen muchas ideas erróneas. Se dice que el Corán es sanguinario, pero el Corán no te enseña a matar ni a odiar ni a ser violento, tenemos prohibido incluso obligar a alguien a que se convierta al Islam.

Existen muchos pasajes del Corán que te dicen que ames al otro y que lo respetes, es por ello que nosotros hacemos mención a esta frase: “Yo no sirvo lo que vosotros servís y vosotros no servís lo que yo sirvo, yo no sirvo lo que vosotros habéis servido y vosotros no servís lo que yo sirvo, vosotros tenéis vuestra religión y yo la mía”. Este pasaje del Corán es para recordarte que debes respetar al otro y eso es lo que nosotros somos como musulmanes. Condenamos todos los actos violentos que se han cometido en nombre de Allah. Allah nos dice que amemos y respetemos a nuestros hermanos y hermanas, no que los eliminemos.

¿Tienen contacto alguno con la Asociación Islámica del Perú?
Hani Bouanane: Sí, tenemos contacto con la Asociación Islámica del Perú y también con países como Arabia Saudita, de los cuales recibimos ayuda y nos ayudan a poder educarnos más a fondo en nuestra religión; conocemos a hermanos y hermanas que son parte de esta asociación y son amigos nuestros. Existe una muy buena relación con la asociación.

¿Cómo manejan el culto de la religión con las actividades cotidianas que realizan? ¿Existen demasiados conflictos?
Hani Bouanane: Pues sí, nosotros trabajamos y las mujeres no pueden ir a trabajar con hiyab y es un gran conflicto, ya que si bien se debería de poner muy por encima de todo nuestra religión, debemos acatar y respetar las normas de cada lugar.

Existe otro conflicto al tener a mi hija en un colegio católico porque no hay un colegio musulmán. De acuerdo a las horas de los rezos, rezamos cinco veces al día y la jornada de trabajo es de ocho horas diarias, que prácticamente es todo el día, pero si no hay tiempo para rezar en la mañana podemos hacerlo en las noches. En el Ramadán sí se nos complica un poco ya que no comemos desde que sale el sol hasta que se esconde, por todo un mes, y se complica ya que vemos a todos comer y nosotros no (risas). En el Ramadán, la gente aquí abre sus negocios de comida de forma normal y en todos los lugares; en nuestros países, los restaurantes están cerrados.

Ya que no existe una mezquita aquí en Arequipa, ¿dónde se reúnen para realizar parte de su culto? ¿Existe el proyecto de una mezquita en la ciudad?
Shkodran Slimani: En nuestros países las cosas eran más fáciles. Lo que nos dificulta aquí es el manejo del dinero, pues como comunidad pequeña no manejamos mucho y el proyecto de construir una mezquita es muy caro. No hay un lugar específico donde nos reunamos, rezamos en la casa de alguien que la ofrece.

¿Han llegado a sufrir algún acto de discriminación?
Pierina Rodríguez: De alguna forma nos sentimos discriminados, pero no nos gusta victimizarnos. Las primeras veces que salíamos totalmente cubiertos, íbamos por ejemplo a una tienda (HyM) y teníamos al vigilante que nos seguía y es totalmente incómodo. Otras veces, fuimos a pedir trabajos con nuestras vestimentas tradicionales y nos rechazaron de forma arbitraria.

Tratamos de tomarlo por un lado amable, ya que son personas que han adquirido miedo a nuestra religión por lo que han podido apreciar por medio de la televisión. Dentro de todo, esperamos que las cosas cambien. Sin embargo, también hay gente que es muy amable. Algunas personas tienen prejuicios totalmente errados, pero somos conscientes de que todo es por un bombardeo de ideas que la televisión ofrece respecto a nuestra religión y que está totalmente errado.

Mezquita levantada por la comunidad musulmana de Tacn
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