Desconfianza y ausencia de liderazgo limitan solución a crisis social

Especialista sostiene que las autoridades regionales deberían asumir su rol para generar espacios de diálogo en Arequipa.

Entablar el diálogo en medio de este caos social, es una tarea más que complicada no solo en Arequipa sino a nivel nacional.

Isabel Álvarez Cabana

Durante la segunda visita de los representantes del Gobierno nacional a la región Arequipa, no se logró entablar el diálogo con los mineros que protestaban en Chala (Caravelí) para liberar la carretera Panamericana Sur. El desbloqueo de la vía terminó en un enfrentamiento con las fuerzas del orden que dejó un fallecido. Y todavía no hay señales de inicio de un entendimiento.

Para el sociólogo Alipio Montes, la gobernadora Kimmerlee Gutiérrez y el electo gobernador Rohel Sánchez, deberían asumir el rol de encabezar este proceso de acercamiento, movilizar a la población y tratar de canalizar las demandas.

El problema es, sostiene, que existe una crisis de liderazgo y un alto nivel de desconfianza, generada por casos de corrupción que afectó no solo a las autoridades públicas, sino también a la sociedad civil. Esto se traduce en que no hayan gremios que articulen los movimientos sociales y se conviertan en sus representantes.

Faltan líderes en la región

Tras los casos judiciales en los que se vieron envueltos el exgobernador Elmer Cáceres y el prófugo alcalde provincial Omar Candia, sus reemplazos no tienen ninguna capacidad de liderar y canalizar procesos de diálogo, ordenados y pacíficos, advierte Alipio Montes.

La desconfianza en los partidos políticos y en las instituciones públicas, prácticamente, erosionó todo nivel de autoridad, debilitando su legitimidad y la apuesta por parte de la población.

Mientras que, para el sociólogo, el modelo neoliberal quebró los sindicatos y los únicos que se mantienen son los de construcción civil y de los maestros. Además, la Federación Departamental de Trabajadores de Arequipa (FDTA) ahora solo es un “cascarón”, que no representa a nadie.

Ausencia de autoridades

En la primera reunión sostenida entre las autoridades de la región con representantes del Ejecutivo, se informó que identificarían a los actores sociales para escuchar sus exigencias y llegar a acuerdos, pero dicha tarea aún no se concreta.

El electo alcalde de Arequipa, Víctor Hugo Rivera, también sostiene que se debe priorizar el diálogo para generar la estabilidad económica y la gobernabilidad de Arequipa; sin embargo, admite que no puede hacer nada hasta que asuma el cargo formalmente, a partir del 1 de enero de 2023.

Encuentro intentó contactar al electo gobernador Rohel Sánchez, a fin de conocer las acciones que realizaría para generar estos espacios de comunicación y acercamiento con la población, pero hasta el cierre de la presente nota no obtuvimos respuesta.

Por su parte, la gobernadora Kimmerlee Gutiérrez, en declaraciones a la prensa, solo optó por pedir al Gobierno que escuche a la población y convoque a nuevas elecciones en el más breve plazo, y respetando las normas vigentes.

EL DATO

Para Alipio Montes, Rohel Sánchez se convirtió en el líder que dirigió todo un movimiento de transformación en la Universidad Nacional de San Agustín, por lo que podría hacer una labor similar en la región.

Región debe atender demandas

Las protestas en Chala, estuvieron protagonizadas por mineros informales, quienes —en opinión de Alipio Montes—, no buscan su formalización y el inconveniente principal es que el expresidente Pedro Castillo les habría prometido el cambio de la ley. “Lamentablemente, Castillo se comprometió con grupos informales e ilegales”, cuestionó.

Si bien hay temas como el adelanto de elecciones que es responsabilidad del Congreso y del Ejecutivo, el sector minero pequeño y artesanal, es competencia del gobierno regional.

Montes también hace un llamado a las organizaciones populares para separar los intereses legítimos de los más pobres, y no buscar generar el caos. Consideró que deberían elegir dirigentes legítimos y abrir el diálogo para encontrar soluciones.

“Es la oportunidad para exigir que se hagan proyectos de desarrollo local, regional, de agua y desagüe, así como programas de empleo. Debe haber demandas concretas, para que el Gobierno pueda atenderlos”, sostuvo.

Respeto y hechos concretos

Por otro lado, Víctor Hugo Rivera lamenta que esta crisis haya terminado con medidas como el “toque de queda”, que afectó el desarrollo económico de la ciudad. Por ello, invocó a los ciudadanos a mantener el respeto mutuo, para generar estabilidad y que en Arequipa prevalezca una economía dinámica.

Rivera espera que, ante la cercanía de las fiestas de fin de año, se dé un punto de quiebre para que la tranquilidad retorne a la región. “Lo que la población necesita son hechos concretos para que se vaya mejorando este panorama que tenemos”, finalizó.

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