“La Cuarentena”, ejemplo de emprendimiento y solidaridad

Esta ‘olla común’ se formó por necesidad durante la pandemia y hoy tiene su biohuerto.

Texto y fotos: Heiner Aparicio Ojeda

La olla común La Cuarentena funciona en la Asociación J.L. Bustamante y Rivero en Cerro Colorado, cuenta con 50 socias y brinda alimentación a 280 personas.
Las madres de familia hacen turnos para preparar el menú del día. Ellas combinan los alimentos con los productos que cultivan en su biohuerto.
La autogestión les permitió contar con un biohuerto en el que producen todo tipo de tubérculos y vegetales y esto les ayuda en la preparación de las raciones diarias.
Ellas fueron capacitadas por una ONG de Bélgica para mantener su hábitat en buen estado y saber conservar lo que siembran.
El terreno era árido, así que empezaron a elaborar humus con lombrices en algunos hogares para alimentar la tierra, nos cuenta doña Geraldine Bravo.
Lo que caracteriza a este grupo de “madres coraje” es el lema: “Voluntad y conciencia”. Así, cada una tiene un rol que cumplir para construir una comunidad más integrada.
Las madres de familia, también lograron que cada hogar tenga una cocina solar. Marcelina Torres nos cuenta que esto es muy útil, pues mantiene caliente los alimentos hasta que llegue su familia a comer.
La olla común asiste a varias personas que no son socias pero que se encuentran en estado vulnerable. Así don Raúl, por ejemplo, ayuda a preparar leña a cambio de un almuerzo.
Estas madres, con sus constantes gestiones, ahora tienen proyectado emprender en una pastelería y construir su local para ayudar a más personas.
Como al inicio, mantienen la preparación de los alimentos con leña, pues hasta ahora les resulta más económico que tener una cocina a gas.
La señora Roxana Collado contó que 30 socias ingresaron a un programa para criar cuyes y su objetivo es vender la carne a los mejores restaurantes.
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