Rusia 2018 traerá mayor consumo e incremento de la inversión privada

Es importante proyectar un crecimiento sostenible basándose en reformas que no siempre tienen que ver con economía.

César Ventura Pizarro

La selección peruana de fútbol está clasificada para el Mundial de Rusia 2018 y este logro no solo se celebra en el mundo del fútbol. En lo económico, muchos sectores son y serán beneficiados por este acontecimiento. Desde el consumo masivo hasta las grandes inversiones percibirán cambios positivos en los próximos meses.

Encuentro conversó con Diego Macera, gerente general del Instituto Peruano de Economía, sobre las expectativas económicas del país, a razón de la participación del seleccionado nacional en el Mundial.

Para Macera, además del incremento en las ventas de bienes directos, como productos textiles, televisores y publicidad, que ya percibían mejores números desde las últimas fechas de las eliminatorias, se suman las expectativas que podrían tener los inversionistas para tomar en cuenta inversiones adicionales que no consideraron antes.

“Recordemos que la economía es una ciencia social y hasta psicológica. Si los inversionistas creen que hay optimismo, que la gente consumirá más, entonces invierten, y eso hace que la economía avance”, afirmó.

Sin antecedentes

A pesar de que la selección de fútbol estuvo presente en citas mundialistas anteriores, estas ocurrieron hace ya un largo tiempo. La última vez fue en 1982, en un contexto político y económico distinto al de ahora.

Es por ello que predecir el comportamiento de la economía nacional con una base histórica es complicado, sin embargo, un estudio del economista e investigador Julio Ñopo, basado en la experiencia de aquellos países que clasificaron al certamen internacional y aquellos que no, arroja una cifra común: solo por la clasificación, el país estaría incrementando el PBI en 0.5 % por trimestre en los dos trimestres anteriores al Mundial. Es decir un punto porcentual durante el primer semestre del próximo año. Pero este crecimiento solo sería temporal, pues en todos los casos la curva disminuye en los meses posteriores al evento.

El 2018

A las expectativas mundialistas, los economistas suman el mayor gasto público, la inversión privada y el proceso de reconstrucción. El resultado es una expectativa positiva para el 2018.

Diego Macera, por ejemplo, proyecta un crecimiento de 4.3 o 4.4 % para el próximo periodo anual, aunque aclara que esto no debe ser tomado como una verdad absoluta. “Los economistas no tenemos una bola de cristal. Si nos preguntaban en diciembre del año pasado cuánto íbamos a crecer este año, el consenso era de 4 %, ahora sucede que no llegaremos al 3 %. Las proyecciones, hay que tomarlas con pinzas”, afirmó.

Largo plazo

Pero hay preocupaciones que exceden el próximo año. Garantizar un crecimiento sostenible es una de ellas. “A mí, el largo plazo me preocupa un poco más”, señaló Macera, “porque el crecimiento potencial no está muy bien”.

“El estimado del crecimiento hasta el 2021 es de 3.5 a 4 % y sujeto a que salga un proyecto minero grande o una obra grande, y que eso empuje a un
4.5 % o, en el mejor de los casos, a 5 %”, sostuvo.

Estas proyecciones, según el propio Macera, no alcanzan para lograr competitividad con países del primer mundo, pues el crecimiento sostenible para que el país esté a ese ritmo debe ser mayor de 5 %. En ese sentido, “estamos en un camino bastante pasivo. Yo diría que esperando a que las cosas funcionen sin ponerle mucho empeño político, y así no va a salir la cosa”.

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