Entre el año 2010 y 2015, el avance promedio de ejecución presupuestal de los gobiernos regionales fue 72.1% y entre el año 2016 y 2020 de 62%.
César Ventura Pizarro
El presidente de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI) en Arequipa, Julio Cáceres, reconoció el poco alcance que ha tenido la economía social de mercado (actual modelo económico) en el desarrollo social del país.
“El modelo económico y político, logró generar un escenario con cantidades de recursos sin precedentes en el país. Hemos crecido en forma sostenida los últimos 20 años, pero el gran problema ha sido el precario desarrollo social”, indicó en un reciente evento de la SNI.
En ese sentido, explicó que el camino correcto no se encuentra en el cambio del modelo a través de una nueva Constitución, sino en otro punto. “La economía de mercado debería buscar que el Estado sea más eficiente dentro del modelo de libertad de mercado que hemos tenido hace años”, argumentó.
Si bien los indicadores macroeconómicos en los últimos 25 años, dan cuenta de un crecimiento sostenido del país, este impacto no se ha reflejado en diversos sectores sociales. “El crecimiento no ha sido homogéneo a nivel departamental y tampoco ha cerrado las brechas sociales”, recordó Antonio Castillo, gerente del Instituto de Estudios Económicos y Sociales (IEES), en la misma actividad.
Indicadores socioeconómicos
La brecha de crecimiento de la producción entre regiones es amplia. Entre el año 2010 y 2019, el promedio de crecimiento nacional fue 4.5%, sin embargo, fueron más regiones las que crecieron por debajo de este promedio. En el sur, mientras Tacna crecía 6.1%, Madre de Dios a penas lo hacía 0.4% y Moquegua 0%.
Además, solo cinco regiones en el país tienen un índice de desarrollo humano (IDH) alto (este indicador mide la calidad de vida, educación y salud). En el sur, Ica, Arequipa, Moquegua y Madre de Dios se encuentran en este grupo; Apurímac, Ayacucho, Huancavelica, Cajamarca y Amazonas poseen un IDH bajo. Las regiones restantes poseen niveles medios.
El gran problema
Pero lo más deprimente es la cantidad de recursos económicos con los que cuentan los gobiernos regionales y que ejecutaron. Entre el año 2010 y 2015, el promedio de ejecución fue 72.1% y entre el año 2016 y 2020 de 62%. “A pesar de que el Perú es uno de los países de Latinoamérica con más recursos presupuestales, no está usando el gasto público para reactivar sus regiones. Eso no ocurre en otros países que tienen presupuesto y lo ejecutan porque es importante para su desarrollo”, precisó Castillo.
Academia
Desde la academia, Patricio Quintanilla, rector de la Universidad De La Salle, recalcó el deficiente papel del Estado en cuanto a la ejecución de presupuestos. “Se comprende que los gobiernos subnacionales no realicen obras cuando no tienen dinero, pero lo grave ha sido que teniéndolo, no han hecho las obras que podían”, indicó.
Por su parte, Germán Chávez, rector de la Universidad Católica San Pablo, resaltó las bondades de la economía en los últimos años. “El modelo ha sido bastante bueno, nos ha llevado a fundamentos macroeconómicos muy solidos”, indicó. No obstante, también confirmó las carencias de este. “No necesariamente ha sido exitoso, ha tenido brechas sociales donde deben cambiar ciertas medidas”, agregó.
Para la autoridad universitaria, el enfoque —en adelante— debería estar centrado en tres aspectos, “una descentralización que logre crecimiento sostenido, reducción de la pobreza y disminución de la desigualdad”. Con esas condiciones, señaló, podría mejorar el desarrollo.
Nota
Los datos expuestos en el artículo, proceden del Instituto de Estudios Económicos y Sociales.
EL DATO
La reducción de la pobreza monetaria en el país, ha sido el indicador social que mayor éxito tuvo desde 1993, sin embargo, en 2020 la situación por la pandemia hizo retroceder este valor.