Negocios tradicionales vs negocios digitales

Arequipeños de 18 a 40 años son los que tienen más apertura al enfoque digital

Los aplicativos de delivery cada vez ganan más terreno en el comercio.

Los patrones culturales también influyen al momento de optar por una u otra opción.

César Ventura Pizarro

En los últimos meses, en las calles de Arequipa se ha visto transitar decenas de hombres y mujeres en bicicletas o motocicletas con coloridas mochilas haciendo envíos de un lugar a otro. Uber Eats, Glovo y, recientemente, Rappi están cambiando la forma de comprar de muchas personas en la ciudad. Así como este tipo de negocio digital hay otros que también se van posicionando en el tradicional mercado local.

Estos negocios, que en un tiempo fueron emprendimientos conocidos como startups, por su característica digital y su veloz crecimiento, ahora son globales y con grandes inversiones. Y como tales, han respondido a cambios no solo en el comportamiento del consumidor, sino también en el de los inversionistas y las formas de ver el negocio.

Quizás los aplicativos de delivery saltan más a la vista, pero hay aquellos que de a poco también se van posicionando en el mercado. Por ejemplo, hoy es posible comprar entradas para el estadio, el teatro y otros espectáculos a través de aplicativos como Joinnus. Es más, el equipo de fútbol local, FBC Melgar, en ocasiones realiza la venta de boletos solo por medio de este aplicativo. Estas, entre centenares de opciones más, ¿están cambiando los hábitos de compra en Arequipa?

Importante

En Arequipa, existen emprendimientos digitales que ya pasaron la etapa de desarrollo y hoy son empresas operativas. Estas fueron promovidas por incubadoras de negocios.

Consumidores

Al respecto, Ricardo Valdez, consultor de mercado y profesor de la Universidad Católica San Pablo, indicó que “el cambio en el comportamiento [del consumidor] ha sido progresivo. No es algo nuevo, esto empezó hace varios años. Sin embargo, en los últimos años se está acelerando”.

Para Valdez, en Arequipa, la mayoría de las personas que ya pasaron al modelo de compra digital o que están dispuestas a hacerlo son “aquellas que tienen entre 15 y 40 años, conocidas como millennials y centennials. Esto no significa que otras generaciones no ingresen a este cambio, pero sí existe una resistencia en la generación X [de 39 a 54 años] y los baby boomers [de 55 a 73 años]”.

Sin embargo, al margen de la edad, habrá personas que por patrones culturales continuarán realizando sus compras de manera tradicional, yendo al mismo establecimiento comercial. Esta demanda deberá seguir siendo atendida, a pesar de los cambios tecnológicos.

“Siempre habrá un público que hará sus compras tradicionales, por desconfianza, porque no se adapta o por socializar. Hay personas que a pesar de poder hacerlo, no recurren a estos canales de compra, pues prefieren salir a desestresarse o escapar de la rutina. Hay un factor cultural que no va a cambiar del todo”, afirmó Valdez.

El dato

Para ingresar al mercado arequipeño, la colombiana Rappi invirtió US$ 5 millones.

Inversiones

Desde otro punto de vista, también existe un cambio en la forma de hacer negocios de este tipo. Para Félix Villanueva, socio de Aurum Consultoría y Mercado, estos estilos “son terribles para el inversionista tradicional. Por ejemplo, Rappi vale más de US$ 1 000 millones, pero no tiene utilidad todavía, lo único que da es pérdida”.

“El inversionista tradicional está acostumbrado a un flujo de caja, una tasa de retorno y un valor actual neto. Pero estos nuevos negocios tienen un flujo negativo por muchos años”, explicó.

Esto se debe a que las ganancias que ofrecen este tipo de negocios no están alineadas a la rentabilidad de las operaciones, sino más bien a la venta de sus acciones.

“Siempre habrá un público que hará sus compras tradicionales, por desconfianza, porque no se adapta o por socializar. Hay personas que a pesar de poder hacerlo, no recurren a estos canales de compra, pues prefieren salir a desestresarse o escapar de la rutina. Hay un factor cultural que no va a cambiar del todo”. Ricardo Valdez.

“Mejor oportunidad tienen aquellos que entienden que la monetización del aplicativo está en el valor de vender una acción. La compraste a US$ 10 y la vendes a US$ 100. Y quizás en ese momento el negocio aún no registre rentabilidad”, señaló Villanueva.

En ese sentido, los indicadores que miden la viabilidad para la inversión son distintos a los conocidos y estudiados habitualmente. “El indicador más objetivo es el número de usuarios”, indicó Villanueva. “Lo único que necesita el inversionista es que la empresa adquiera notoriedad, sea masiva y se puedan vender las acciones en mejores precios”, confirmó.

Por lo explicado, estos negocios, para un inversionista, terminan siendo de corto plazo. “Cuando uno compra una acción de este tipo, no necesariamente aspira a quedarse para siempre […]. Son negocios para entrar y salir, en su mayoría, no todos”, precisó.

Negocios

Sin embargo, dentro de la digitalización de los negocios participan también aquellos que ya son jugadores de un mercado. Estos deberán adaptarse a los cambios de la demanda. Es por ello que Ricardo Valdez sostiene que este cambio “es una oportunidad y absolutamente todos los negocios deben aprovechar esta oportunidad”.

La inversión es variada. Podrá haber empresas que inviertan millones en trasformación digital, como otras que inicien con inversiones pequeñas.

Lo importante para Valdez es que un negocio no pierda de vista su evaluación financiera al invertir para dar un paso digital. Existen alternativas gratuitas o de bajos costos, como las redes sociales, las ventas por correo electrónico y otros, que son el primer paso de la digitalización.

Se vienen las fintech 

Por Félix Villanueva

En julio del próximo año, en el Perú habrá 10 fintech, que en conjunto le quitarán un 5 % de participación del mercado a los bancos.

¿Qué son las fintech?

De acuerdo con la Cámara de Comercio de Lima, este año, las compras por internet en el Perú llegarían a los US$ 2 800 millones.

Son financieras que no tienen oficinas, con transacciones unicamente digitales. En el país, ya existe una asociación de fintech, conformada por negocios digitales orientados al mercado financiero.

Las fintech con las mismas operaciones bancarias, sin muchas comisiones, con la mitad de la tasa de interés, en un segundo pueden hacer muchas transacciones más y ofrecen mejores productos.

Ahora los bancos tienen un área para temas tecnológicos, que les permite correr al ritmo de las fintech. Esta tendencia cambiará completamente el mercado de los bancos. Y era necesario, pues es un negocio que gana demasiado dinero en comisiones por distintas transacciones que no le agregan ningún valor a la operación.

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