Deysi Pari
Pese a ser una región pequeña y tener 174 mil habitantes, Moquegua tiene mayor acceso a servicios financieros que Arequipa, que cuenta con más de un millón de habitantes.
Este es uno de los hallazgos de un estudio realizado por Lieslie Gallegos Arias, docente del Departamento de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad Católica San Pablo, junto a investigadores españoles.
En la investigación identificaron cuáles son los factores que están limitando la inclusión financiera de los ciudadanos, teniendo en cuenta que, en el Perú, el 57 % está excluido de acceder a los servicios financieros.
Hallaron cuatro factores. Uno de ellos es la alta concentración financiera en los departamentos y capitales de provincia con mayor desarrollo económico. La banca se enfoca en atender estas zonas porque hay mayor cantidad de clientes y, por ende, más rentabilidad, explicó Gallegos.
La competitividad marca la inclusión financiera
Moquegua, en el Índice de Competitividad Regional (Incore), está por encima de Arequipa. En 2021, año en que se realizó el estudio, esta región resultó ser la segunda más competitiva, mientras que Arequipa quedó relegada a la cuarta posición.
La docente Leslie Gallegos explicó a Encuentro que, según la investigación, Moquegua tiene 32.68 sucursales bancarias por cada 100 mil habitantes. Mientras que Arequipa cuenta con 22.99 sucursales por cada 100 mil personas. La región con menor acceso es Áncash con un ratio de 11.90.
“Los oferentes de servicios financieros no van a estar presentes en los departamentos menos competitivos, donde hay mayor pobreza y menos educación”, destacó Lieslie Gallegos.
Precisamente, en estas zonas es donde hay alta incidencia de actividades económicas informales, el nivel de ingresos es más bajo, la productividad es menos rentable y, por lo tanto, hay menos clientes potenciales para atender.
Esto agrava la exclusión financiera, dice Gallegos, porque al no tener el servicio deben trasladarse hacia otras zonas para hacer sus transacciones, lo que también supone un gasto. Tampoco tienen la posibilidad de ahorrar. “Una persona que no está bancarizada, tiene ese dinero en el bolsillo y lo gasta”, explicó.
Antonio Escobar, quien es gerente en Caja Arequipa, señala que poner una agencia en una determinada zona demanda una inversión de 200 mil dólares, en tanto que colocar un cajero automático representa un monto de 15 mil dólares. Allí está el reto de acercarse más a los clientes, sin que esto les resulte poco rentable. Una estrategia es trabajar mediante convenios con el Banco de la Nación para que se compartan los espacios.
EL DATO
El estudio fue realizado en 2021 por la docente Lieslie Gallegos de la UCSP, Sergio Náñez Alonso y Javier Jorge Vásquez de la Universidad Católica de Ávila, así como por Noelia Muñoz del Nogal.
Geografía y alfabetización digital son factores limitantes
Los investigadores encontraron, además, que la barrera geográfica es determinante para la exclusión financiera. El difícil acceso a las regiones ubicadas en distintos pisos altitudinales es un motivo para que los bancos, cajas y financieras decidan no montar una infraestructura. Según el estudio, las regiones de la selva y de la sierra, que están a mayor altura, no tienen una buena cobertura.
Otro de los factores es la alfabetización digital. Personas mayores de 40 y de 60 tienen la necesidad de usar los servicios, pero no pueden hacerlo porque no saben cómo manejar las aplicaciones móviles de la banca.
Gallegos sostiene que en el país, desde 2014, los gobiernos han implementado acciones para reducir la brecha de la exclusión financiera. Los resultados de su investigación pueden usarse para dirigir mejor esas estrategias. Una de ellas es dar mayor impulso a las microfinancieras, sector que tiene más impacto en las zonas menos atendidas.
Un punto a tener en cuenta es que la pandemia también repercutió en el menor acceso a los servicios. Durante esa época, el 91 % de las zonas rurales carecía del servicio de internet y, por ende, las sucursales de servicios financieros optaron por cerrar, pero no volvieron a abrir.