No obstante, si el trabajador no cumple sus funciones y tampoco alcanza las metas, se dispondría su retorno a la modalidad presencial.
César Ventura Pizarro
La jornada híbrida, que se implementa en colegios y universidades, como una nueva modalidad para alternar las clases presenciales y a distancia (virtual), también se extenderá al sector laboral del país.
El dictamen de la nueva ley de Teletrabajo, aprobado por unanimidad en la Comisión de Ciencia, Innovación y Tecnología del Congreso, y que pasó a la Comisión de Trabajo, antes de ser debatido en el pleno, permitirá que los trabajadores puedan alternar sus labores entre la entidad a la que pertenecen y fuera de ella.
A la fecha, hay dos normas que regulan el trabajo a distancia. La actual ley de Teletrabajo de 2013, que no se acondicionó al contexto de pandemia y la de trabajo remoto, que nació a partir de la poca utilidad de la ley vigente, pero que tiene carácter temporal.
“La ley de Teletrabajo de 2013, fue pensada fuera del contexto de la pandemia. En su momento [a partir de 2020] tenía una serie limitaciones, por lo que las empresas prefirieron acogerse a la norma de trabajo remoto”, indicó a Encuentro, Mauricio Mattos, especialista en Derecho Laboral y profesor de la Universidad Católica San Pablo.
Jornada híbrida
Con la nueva norma —si es aprobada por el Congreso— se derogaría la Ley N.° 30036, que regula el trabajo remoto y regirá tanto a los servidores del sector público como privado.
“Este proyecto de ley, abre la posibilidad de que el teletrabajo pueda ser parcial o total”, explicó Mattos; es decir, se establecería el concepto de teletrabajo híbrido.
Además, permitiría que se realice desde cualquier parte del mundo, a diferencia de la actual norma. “Con la ley de teletrabajo vigente, solo se puede realizar en el territorio nacional; ahora, con el nuevo proyecto, ya no habría la restricción de que sea dentro del país y muchas personas realizarían su trabajo desde el exterior”, precisó Mattos.
De igual forma, si el trabajador no cumple sus funciones y tampoco alcanza las metas propuestas por el empleador, este podrá disponer su pase a modalidad presencial.
Una sola norma
Lo que esperan con la nueva ley de Teletrabajo —además de reemplazar a la actual— es que, al expirar la norma del trabajo remoto (diciembre de 2022), sea la única que regule el trabajo fuera de oficina. “El proyecto de ley, tal como está planteado, solo anularía la ley de teletrabajo y su reglamento; sin embargo, en la práctica lo que correspondería, es que se derogue el trabajo remoto, puesto que ya se tendría una norma que condense toda la regulación sobre el tema”, indicó Matos.
Entre otras novedades de la nueva ley, se tiene que los gastos de esta modalidad (como Internet y electricidad) serán asumidos por el empleador, salvo acuerdo mutuo. Si no se concreta, al empleador le corresponderá solventar estos pagos. Actualmente, bajo la modalidad del trabajo remoto, los mismos son asumidos por el trabajador.
“Es claro que el empleador tiene que otorgar al trabajador, las herramientas para que pueda prestar el servicio y eventualmente, tendrían que pactar cuánto se pagaría por los gastos”, explicó Matos. El monto de los gastos estaría definido técnicamente, a diferencia de las actuales normas.
EL DATO
El dictamen del teletrabajo, aprobado en la Comisión de Ciencia, Innovación y Tecnología del Congreso, fue presentado por la parlamentaria, Adriana Tudela de Avanza País.