Empleos como ‘cancha’: las promesas millonarias de los candidatos presidenciales

Los aspirantes al sillón de Pizarro, ofrecen crear entre 1 y 5 millones de puestos de trabajo, ¿cómo lo harán?

En Arequipa 15 422 personas perdieron sus empleos formales en el sector privado, entre noviembre de 2019 y 2020.

César Ventura Pizarro

Ha pasado un año desde el inicio de la primera cuarentena en el país y el empleo aún no se recupera. En mayo de 2020, el trabajo formal en empresas privadas cayó de forma dramática a nivel nacional -19.1% y en Arequipa -20.3%. Al cierre de 2020, más de 195 mil arequipeños trabajaban para el sector privado y 43 576 personas habían perdido su empleo en cinco meses.

Si bien la curva de recuperación del empleo formal tiene una tendencia favorable, aún este indicador no contempla cifras positivas. El último registro del Ministerio de Trabajo data de noviembre del año pasado. En ese mes el empleo tenía una caída negativa de -7.9% en Arequipa y a nivel nacional.

En este contexto, es relevante conocer las propuestas de los candidatos a la presidencia del Perú, a casi cuatro semanas de las elecciones generales. Veamos entonces, qué dicen los planes de gobierno de los ‘favoritos’ de las encuestas.

5 millones

Sobre el trabajo, se hablan de millones de nuevos empleos. Lo cierto es que en campaña, los números y promesas son solo palabras, y no aseguran su concreción.

El candidato Yonhy Lescano, promete generar 5 millones de puestos de trabajo y propone un marco normativo para contratos laborales de media jornada y estacionales, además de incentivos para las empresas que contraten personas que tengan entre 55 a 65 años.

Lescano, asegura que el Estado no tiene la capacidad de promover empleo productivo, por lo que generará estímulos para fomentar el empleo privado. “Debemos tener presente que el Estado no tiene ni tendrá capacidad para generar empleo productivo y que este se canalizará a través de la iniciativa privada, principalmente en el sector de las PYMES”, cita el plan.

3 millones

Por su parte, Keiko Fujimori de Fuerza Popular, promete la generación de 3 millones de empleos directos e indirectos, a través del que denomina Plan Rescate 2021.

En este plan se detalla la creación de un mecanismo de empleo rápido. A diferencia de Lescano, esta propuesta sí involucra al Estado, ya que se trata de realizar obras comunales y vecinales para emplear formalmente a los desempleados. Estas obras serían administradas por instituciones públicas y privadas.

Verónika Mendoza, asegura recuperar 3 millones de empleos al 2022, de los cuales 1 millón será a través de puestos temporales masivos en proyectos pequeños (no precisa qué tipo de proyectos). Acompañando estas propuestas, figura el establecimiento de una política laboral con mayor regulación, es decir mayores condicionantes para las empresas.

Promueve la libertad sindical, supervisión continua a empresas por salarios, limitar la tercerización (conocida como services), modificar los regímenes laborales, entre otros.

2 millones

Por su parte, Rafael López Aliaga de Renovación Popular, ofrece crear 2 millones de empleos. De modo general, explica que esta meta se logrará a través de la diversificación de los sectores productivos. No especifica cómo se hará ello. Además, asegura el fomento del trabajo comunal, a partir de la redistribución de horas de trabajo en zonas rurales, pero tampoco detalla cómo lo conseguirá.

Sin cifras

También tenemos aquellos candidatos presidenciales que no prometen metas numéricas en cuanto al empleo. Aquí encontramos a George Forsyth de Victoria Nacional.

De ser elegido, el propone que en sus tres primeros meses de gobierno, redefinirá el salario mínimo que hoy es de S/ 930.

El exalcalde de La Victoria (Lima) también plantea establecer un salario mínimo por cada región, así como la creación de un Programa Nacional de Empleo para capacitar de forma técnica a jóvenes y adultos, y como este programa, cita otras opciones que no se detallan ni explican su desarrollo, como empleo juvenil en plataformas digitales y servicios intensivos en capital humano.

EL DATO

Ningún candidato presidencial prometió el incremento de la remuneración mínima vital durante el primer año de gobierno.

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