César Ventura Pizarro
Para el economista y past rector de la Universidad Católica San Pablo (UCSP), Germán Chávez, el crecimiento potencial de la economía peruana entre 2024 y 2027, proyectado (inicialmente) por el Ministerio de Economía y Finanzas en 2.8 % y corregido (recientemente) a 3.1 %, no alcanzará para atender la demanda de empleo de los 350 mil jóvenes que cada año ingresan al mercado laboral.
Esta reflexión fue expuesta en la ponencia “Perú: De la realidad económica al compromiso con el desarrollo humano integral”, en la Lectio Inauguralis de esta casa superior de estudios.
“El PBI en una economía como la nuestra, debe crecer por encima del 4 % anual”, precisó el economista. De esta forma, se podría asegurar una oferta laboral acorde al número de jóvenes que año a año se incorporan al mercado laboral.
¿Por qué tan bajo?
Entre 2004 y 2019 el promedio de crecimiento económico del país fue de 5.4 %. En 2023, ya con la crisis sanitaria superada, el Perú decreció en 0.55 % y como lo confirman las cifras del MEF, la recuperación en los siguientes tres años apenas superará el 3 %. Esto, de acuerdo con Germán Chávez, tiene como causa a la inestabilidad política del país, la inflación elevada de los últimos años y la caída de las inversiones.
Otro indicador ligado el crecimiento económico es la pobreza, que bajó de 58.7 % a 20.2 % durante los últimos 15 años, antes de la pandemia (hasta 2019). La crisis ocasionada por el covid, regresó a la pobreza a muchas familias, pues alcanzó al 30 % de peruanos y al cierre de 2022, esta sólo disminuyó en 2 %. Con un crecimiento bajo de la economía del país, el reto de que más peruanos salgan de esta realidad se extenderá por más años.
Efecto en cadena
Así como un bajo crecimiento económico se refleja en una reducida generación de empleo y lenta reducción de la pobreza, estos efectos a su vez refuerzan los problemas estructurales del país, como el de la informalidad.
De acuerdo con Chávez, existe una relación directa entre pobreza e informalidad en el país. Esto en razón de que el 97 % de la población más pobre en el Perú es informal, es decir que carece de un empleo formal o realiza negocios informales.
En tanto que, de los 350 mil jóvenes que ingresan a laborar cada año, sólo el 20 % consigue un empleo formal, los 280 mil restantes pasan a ser trabajadores informales. En este último grupo se concentra la pobreza.
La solución va por el lado de la inversión
La principal fuente de empleo en el país está en el sector privado. Habrán nuevos puestos de trabajo, siempre y cuando haya más inversión privada. Lamentablemente, este indicador es el más descuidado en los últimos años. Tal es así que en 2023, la inversión privada cayó en 7.3 % del PBI nacional, siendo la tercera peor caída del último siglo.
Cabe precisar que el 80 % de la inversión total se realiza a través de agentes privados y sólo el 20 % a través del Estado. Aún así el Estado juega un rol importante en la generación de empleo a través de la inversión pública.
Faltan políticas públicas
Adicionalmente, Germán Chávez, precisó que aun superando todos estos problemas estructurales y de corto plazo, el crecimiento económico –por sí solo–, no es suficiente para lograr un verdadero desarrollo humano. Se requiere de políticas públicas que pongan a las personas como eje.
“Es necesario replantear la descentralización en perspectiva del bien común”, destacó. Así como luchar contra la anemia y la desnutrición crónica presente en más del 34 % de los niños de 6 a 36 meses, además de enfrentar la corrupción y todos sus efectos.
EL DATO
El 76.8 % del empleo en el país es informal. Los casos más críticos se presentan en las regiones de Huancavelica, Apurímac y Puno con más del 90 % de empleo informal.