Arequipeños aún no recuperan la capacidad de gasto del 2019

Pese al restablecimiento de la producción nacional, las condiciones de pobreza monetaria son más altas que en prepandemia

Arequipa forma parte del segundo grupo de regiones menos pobres del país, con una tasa de pobreza de 11% a 14.6%.

Especialistas indican que el factor político, influyó en la baja recuperación de los índices de pobreza en la región y el país 

César Ventura Pizarro

En el último año, el gasto promedio mensual de un arequipeño fue de S/ 883.00, un monto que aún está por debajo de los S/ 971.00 que gastaba en el año 2019 (antes de la pandemia). Así lo confirmó el informe Evolución de la Pobreza Monetaria 2010-2021 del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).

Esto evidencia que, a diferencia de otros indicadores económicos —como la producción nacional que retomaron sus niveles de prepandemia—, los registros sobre pobreza monetaria en Arequipa y el país, aún no se recuperan.

Según este reporte, el 25.9% de peruanos está en situación de pobreza monetaria, mientras que, en 2019, esta condición alcanzaba al 20.2% de la población; peor aún, el 4.1% de peruanos está en situación de pobreza extrema, mientras que hace dos años, era solo el 2.9%.

De acuerdo al INEI, una persona cuyo gasto mensual es menor a S/ 378.00 es considerada pobre, en tanto que, si gasta menos de S/ 201.00 es pobre extremo. En el primer caso, el equivalente monetario alcanza para cubrir el costo de una canasta básica de alimentos y no alimentos, y en el segundo solo para una canasta básica de alimentos.

El problema

Germán Chávez, economista y rector de la Universidad Católica San Pablo, explicó a Encuentro que, la recuperación económica pospandemia, aún no se traslada al bienestar y reducción de la pobreza de la población, debido a la caída del sector construcción.

“El crecimiento del PBI (2021) explicado por la minería, no se traslada a los sectores terciarios (comercio y servicios), porque la construcción no tuvo el rol de mecanismo de transmisión que tenía antes de la pandemia y la crisis política [que afrontamos]”, explicó.

A está situación se suma la inacción del Gobierno del presidente Pedro Castillo, para resolver los conflictos alrededor de la actividad minera en el país. “La decisión política de este Gobierno, afecta negativamente al sector primario-exportador minero”, precisó.

Este escenario evita que los beneficios de las actividades primarias —por ejemplo, la minería—, no se trasladen a otros sectores económicos que generan mayor empleo.

“En los sectores terciarios como el comercio y servicios, es donde se da el alto nivel de empleo, incluso el informal y donde se manifiesta el bienestar y la reducción de la pobreza”, explicó Chávez.

No obstante, para que haya ese vínculo, es importante la reactivación del sector construcción y garantizar la producción minera en el país.

EL DATO

Para Germán Chávez, es un error seguir otorgando bonos para revertir la situación de pobreza de la población, ya que generaría un mayor déficit fiscal que sería cubierto por más endeudamiento.

Una opinión similar, tiene el sociólogo Marcos Obando, quien asegura que este escenario de baja recuperación de los niveles de pobreza prepandemia, tiene entre sus causas la situación política del país.

“La crisis política está frenando mucho de la actividad económica. Hay demasiada incertidumbre. Nuestros políticos en general, no están dando la talla y el país camina hacia una situación de inestabilidad”, indicó.

¿Qué hacer?

Bajo este escenario, el sociólogo precisó que, la recuperación de indicadores como el de la pobreza monetaria no será rápida. “Recuperar los niveles de pobreza de 2019 hacia atrás, demandará esfuerzo y tiempo. Así como vamos es complicado”, detalló.

Por su parte Germán Chávez, refirió que, el camino para trasladar los rendimientos económicos a las personas más vulnerables, es incentivando la inversión privada (80% de la inversión en el país).

“Se genera inversión brindando confianza. Hoy los medianos y pequeños empresarios, no tienen confianza, ya no invierten en cosas grandes, solo en el día a día”, cuestionó.

Ante este problema, sugirió dejar de lado y de manera definitiva, aquellos discursos políticos que solo contribuyen a crear más incertidumbre, como la convocatoria de una asamblea constituyente para elaborar una nueva constitución.

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