Viaducto Salaverry agudizará más el caos vehicular en la ciudad

Intervención en la avenida Salaverry afectará el transporte y a la ciudadanía en general.

Rolando Vilca Begazo

El alcalde provincial, Alfredo Zegarra Tejada, oficializó la licitación del viaducto Salaverry, que demandará una inversión de S/ 110 millones y que sería la obra municipal más costosa de los últimos 50 años.

El proceso para seleccionar a la empresa que se hará cargo de la obra demoraría unos 45 días y, si no se presentan observaciones a los postores, en mayo próximo se podrían iniciar los trabajos que durarían un año.

El burgomaestre destacó que “costó mucho conseguir los recursos económicos” del Gobierno nacional y más aún que “acepten los expedientes técnicos para superar las observaciones [hechas por el personal técnico del Ministerio de Transportes] al proyecto”.

“Ahora tendremos obras de gran envergadura y que solucionarán el problema de tránsito”, agregó. No obstante, el experto en transporte Elvis Jump aclaró que este proyecto destaca por la tecnología moderna que implicará su ejecución, pero que no resolverá el problema de conectividad en Arequipa.

“Todos quieren hacer obras vistosas y modernas, pero que no mejoran la conectividad en la ciudad. Arequipa necesita de corredores viales de sur a norte con cuatro carriles como la vía metropolitana que debería ser culminada para que vaya desde el aeropuerto hasta Paucarpata”, advirtió.

Además, detalló que el viaducto Salaverry “solo servirá para separar el tráfico de unidades de servicio público del de los vehículos particulares”. En el primer caso, las unidades se desplazarían por la parte superior y en el segundo, por el subterráneo.

Más caos vehicular

Pero no solo será esta obra —que se iniciará dentro de dos meses—, sino que Alfredo Zegarra anunció también la licitación de la obra del intercambio vial en la intersección de las avenidas Andrés Avelino Cáceres y Alcides Carrión, que se ejecutaría en simultáneo y durante ocho meses.

Estas intervenciones junto con los trabajos que se realizan en la variante de Uchumayo —que culminarían en noviembre—; además de la construcción del baipás en la intersección de las avenidas La Salud, Los Incas y Dolores —que finalizará en julio—; y el pésimo estado en que se encuentra la mayoría de pistas, agudizarán la congestión vehicular en diferentes zonas de la ciudad.

La autoridad edil admitió los problemas que se ocasionará a la ciudadanía con la ejecución de estos proyectos de infraestructura, por lo que invocó a la comprensión y a la ayuda de las diferentes instituciones vinculadas al transporte.

Sin embargo, lo que llamó la atención es que desconocía los detalles del plan de desvíos que se implementaría a fin de moderar el tráfico vehicular. “Hay alternativas de solución, pero todavía no les puedo mencionar porque queremos que se apruebe bien”, apuntó.

Es más, aceptó que no podía retrasar la construcción de estas obras hasta la culminación de otras, porque se le agotaba el tiempo al frente de la Municipalidad provincial de Arequipa. “Se acaba el tiempo. Se acaba la gestión y no podemos dejar inconclusas las obras planificadas. Además, recién estamos consiguiendo los recursos económicos”, refirió.

Puente Cenepa

Una alternativa que maneja la comuna provincial para atenuar la congestión vehicular por la construcción del viaducto Salaverry es la interconexión del puente Héroes del Cenepa con el puente San Isidro, a través de la habilitación de una vía en la ribera del río Chili.

Aquí se debe aclarar que la culminación del puente Héroes del Cenepa —iniciada en la gestión de Roger Cáceres—, que uniría Umacollo con la avenida La Marina, fue paralizada por disposición del Poder Judicial, debido a que afectaba varios campos de cultivos considerados áreas intangibles.


Único en su tipo

En opinión del especialista en transportes Elvis Jump, la concreción del viaducto Salaverry al ser una infraestructura de dos niveles —una de ellas subterránea— demandará el empleo de tecnología moderna para evitar complicaciones en el tráfico vehicular y por la exigencia que demandará su propia operatividad.

Será una infraestructura única en su tipo a nivel nacional, ya que constará de una vía subterránea de más de 1 250 metros de longitud, que deberá contar además con un propio sistema de ventilación e iluminación de manera permanente.

Por ello, Jump consideró que en las bases de la licitación se debería contemplar la experiencia de los postores en construcciones similares o más complejas.

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