* Carlos Timaná y Carlos Leyton afirman que hay incertidumbre respecto a lo que hará en los próximos cuatro años.
* No obstante, consideran “interesantes” los compromisos asumidos con el presidente Vizcarra para culminar la variante de Uchumayo y el puente Arequipa – La Joya
Cáceres Llica, en su juramentación en la plaza de Armas, dijo que “ordenará la casa”, pero a 100 días se aprecia una gestión sin rumbo claro.
Kelly Castillo Mamani
Se cumplieron los primeros 100 días de la gestión de Elmer Cáceres Llica en el Gobierno Regional de Arequipa (GRA). Si bien en un inicio hubo expectativas, sobre todo en la población que le dio el triunfo en las elecciones, su desempeño en estos primeros meses no ha sido alentador.
Según especialistas consultados por Encuentro, se advierte improvisación y un gobierno a la deriva, sin objetivos claros para los siguientes cuatro años.
HAY MUCHA INCERTIDUMBRE Y NO HACE NADA BIEN LA CURA DE SILENCIO. [CÁCERES] HA SIDO INVITADO AL CONSEJO VARIAS VECES, PERO NUNCA ASISTE Y DE PRONTO LO VEMOS EN LIMA ANUNCIANDO FESTIVIDADES, Y NOSOTROS NO SABEMOS NADA. ¿ES GOBERNADOR DE LIMA O DE AREQUIPA? ESPERAMOS QUE ANUNCIE SUS POLÍTICAS EN SALUD, EDUCACIÓN, TRANSPORTE Y MEDIO AMBIENTE
Harbert Zúñiga Herrera,
consejero regional por Arequipa.
Carlos Timaná Kure, politólogo de la Universidad Católica San Pablo (UCSP), considera que hay una “improvisación” en la gestión y que “el gobernador no tiene mucha certidumbre de lo que quiere hacer en estos cuatro años”.
“Definitivamente, no se evidencia una hoja de ruta. Hay una ausencia de programación multianual, de objetivos para poder medir la gestión, y tampoco hay indicadores claros”, refirió.
De la misma opinión es Carlos Leyton, sociólogo de la Universidad Nacional de San Agustín (UNSA), quien sostiene que la gestión de Cáceres Llica se ha caracterizado por un ir y venir, y por una “falta de definición política para las cosas que se van a hacer”. Esto tiene que ver con el hecho de que “no hay claridad en el plan de gobierno y no hay un equipo de gestión que sepa lo que va a hacer”, y agrega que “[su gestión] está a la deriva y no orientada a objetivos claros”.
El presidente Martín Vizcarra aseguró el apoyo al GRA para concretar las obras de la variante de Uchumayo y el puente Arequipa – La Joya.
Lo malo
Como se recuerda, varias de las acciones de Cáceres Llica han generado críticas, como la designación de algunos de sus funcionarios de confianza. Es el caso de Fredy Jiménez, que fue nombrado en la gerencia de Comercio Exterior y Turismo, pero que fue revocado a los pocos días por tener una sentencia por tocamientos indebidos a dos menores. También contrató a excandidatos municipales de su movimiento para puestos clave en la región.
A esto se suma la tensa relación con su vicegobernador Walter Gutiérrez, cuyo movimiento (Unidos por el Gran Cambio) lo albergó en las elecciones pasadas, pero que en el último episodio de la novela presentó una querella por difamación contra Cáceres exigiendo 18 meses de prisión y el pago de un millón de soles por reparación civil.
Gutiérrez, según declaró recientemente, no se reúne con Cáceres para hacer coordinaciones desde que este asumió la gestión, hace más de tres meses.
“Esta confrontación con el vicegobernador y el partido político que lo cobijó en la campaña es una tensión permanente que lo va a desgastar [a Cáceres] y le va a quitar libertad para tomar decisiones”, apunta Timaná, quien advierte que “si no arregla sus problemas, va a empezar a disminuir su popularidad”.
¿Lo bueno?
Pero, aparentemente, no todo es malo, el politólogo cree que como puntos interesantes en estos primeros 100 días están el “destrabe” del proyecto Majes Siguas II y los “compromisos logrados” con el presidente de la República, Martín Vizcarra, para terminar las obras de la variante de Uchumayo y el puente Arequipa – La Joya.
“No está claro el panorama. Ha sido una gestión tímida en tratar de tomar problemas, en mostrar resultados e invitar a la ciudadanía a participar”.
Carlos Timaná, politólogo de la UCSP.
“En esas gestiones se puede ver algo de luces, si bien es tardío, por lo menos se ha logrado establecer una agenda con el Gobierno nacional, del que dependen los proyectos de inversión pública”, precisa.
Al respecto, Carlos Leyton tiene otra lectura: “El presidente ha venido [a Arequipa], pero no ha habido propuestas consensuadas entre el Gobierno regional y el Gobierno nacional. Ha venido a decir qué se iba a hacer tomando la conducción del proceso sin que el Gobierno regional pudiera decir algo. Eso es peligroso para el proceso de regionalización, porque la debilidad de las autoridades regionales es más evidente”.
Un gobernador mudo
En estos meses, la relación con la prensa tampoco ha sido buena. Timaná plantea que además de no tener una hoja de ruta clara existe un “recelo cultivado en campaña” [de los medios de comunicación] que tenían muchas dudas sobre si era la persona idónea, y que él ha tomado de forma personal, y existe también “la debilidad institucional” respecto a la gestión de medios.
“Creo que existe un estilo de no querer dar una rendición de cuentas sobre sus actos, sino que las decisiones de su gobierno se manejen como de pequeña política, de acuerdos que no se hagan públicos y que no lo vayan a confrontar con la opinión pública”, sostiene el politólogo.
“No hay claridad en el plan de gobierno y no hay un equipo de gestión que sepa lo que va a hacer. [Su gestión] está a la deriva y no orientada a objetivos claros”.
Carlos Leyton, sociólogo de la UNSA.
Los pendientes
En lo que se tendría que concentrar el gobernador, según Carlos Leyton, es en legislar regionalmente y plantear cómo va a dar solución a los problemas fronterizos y de dotación de agua, al transporte regional y también a los proyectos mineros, dado que las posibilidades de crecimiento de Arequipa están relacionadas con la minería.