En el 2016 Arequipa habría logrado crecimiento récord

En el promedio nacional, las regiones mineras crecieron 11.9 % y las no mineras, solo 1.9 %.

Rolando Vilca Begazo

El crecimiento económico de Arequipa en el 2016 habría llegado a 33 %, una cifra histórica, según el Instituto Peruano de Economía (IPE). Pero no solo eso, esta región junto con Apurímac aportaron 2.8 puntos porcentuales del incremento de la economía total del país que llegó a 3.9 %. Es decir, el Perú sin Arequipa ni Apurímac habría mejorado su economía solo en 1.1 %.

El economista regional del IPE, Víctor Fuentes, explicó a Encuentro que este reporte responde al Indicador Compuesto de Actividad Económica (ICAE), que para fines prácticos, en el caso de las regiones, “viene a ser lo mismo que el Producto Bruto Interno (PBI)”. “Nuestros cálculos no se basan en las cuentas nacionales, sino en una aproximación estadística para medir otros indicadores que, en conjunto, explican la variación económica del país”, señaló.

Hay que precisar que si comparamos el ICAE del 2015 para el país con el crecimiento del PBI que reportó el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), veremos que los resultados son muy similares. Mientras que el IPE proyectó un ICAE de 3.5 %, meses después el INEI dijo que el país había crecido 3.75 %. De allí el alto nivel de confiabilidad de este indicador para medir el crecimiento económico.

Impacto minero

Ahora bien, no solo Arequipa registró su mayor tasa de mejora económica a lo largo de su historia, sino que Apurímac llegó a un 163 %. En ambos casos, el motor que impulsó el dinamismo económico fue el sector minero, específicamente la producción de cobre. Así, el proyecto Las Bambas en Apurímac y la expansión de Cerro Verde en Arequipa fueron gravitantes para la economía regional, cuyos efectos se verán en el corto y mediano plazo.

Arequipa crece

Recordemos que la ampliación de Cerro Verde permitió un aumento en la producción de cobre en un orden de 103.4 % y de molibdeno en 187.5 %. De la misma forma, el sector agropecuario se incrementó en 3 %. El empleo subió en 1.6 % y la recaudación por el impuesto general a las ventas (IGV), en 1.2 %. No obstante, la manufactura cayó por segundo año consecutivo (-2.1 %) debido a la menor producción primaria (pescado congelado, harina y aceite de pescado) y no primaria (industria de metales).

Si bien este aumento de producción minera no se traduciría en un mayor pago de impuesto a la renta y, por consiguiente, mejores transferencias por canon minero para Arequipa debido a la depreciación de activos o el pago de créditos para financiar la expansión, Víctor Fuentes dijo que en el corto plazo sí se verán beneficios.

“Una vez que afiancen sus operaciones, pagarán lo que les corresponde y la producción se sostendrá en el tiempo; consecuentemente los ingresos estatales [por canon minero y regalías] serán mayores”, detalló.

Otro efecto que se percibirá en el corto plazo es el encadenamiento productivo del sector minero con otros que le brindan servicios. Fuentes recomendó además a las autoridades locales y regionales buscar mecanismos de inversión de asociación público-privada (APP) para sacar adelante las obras que son urgentes ahora, utilizando los saldos económicos
a futuro.

¿Qué se viene?

Para Víctor Fuentes, hacer proyecciones económicas en este momento sería algo irresponsable; sin embargo aclaró que en el escenario mundial, las perspectivas son buenas y más aún porque se prevé que China afiance su dinamismo económico.

En este contexto, no solo se mantendría la demanda por minerales como el cobre, sino que el precio actual, que es mayor al promedio del año pasado, se estabilizaría en lo que va del año.

Así, Arequipa, por lo menos, tendría garantizado su crecimiento económico a partir de la mayor producción no solo de Cerro Verde, sino de otras empresas mineras que operan en esta región.

Lima desacelera

Otro dato que llama la atención, según el ICAE, es que la economía regional del norte y la de Lima experimentaron una desaceleración. En el primer caso, de crecer 3 % en el 2015, solo logró un 0.4 % en el 2016; en tanto que Lima alcanzó un 2 %, lo que evidencia una marcada disminución de su economía desde el 2010.

El débil comportamiento económico de la capital, según el Instituto Peruano de Economía (IPE), responde a la continua caída del empleo industrial (-2.4 %) y de los despachos de cemento (-7.7 %). Ambos rubros acumulan tres años consecutivos de crecimiento negativo.


El dato

El ICAE tomó encuenta el valor bruto de la producción minera, agrícola, manufacturera, la creación de empleo, los despachos de cemento y la recaudación por IGV. No se consideró el sector de hoteles y restaurantes.

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