Conflictos sociales afectan inversión de US$ 22 mil millones en minería

Miguel Cardozo ratificó la decisión de desarrollar la edición número 33 de Perúmin en Arequipa, en setiembre del 2017.

Rolando Vilca Begazo

En estos momentos, los conflictos sociales que afronta el país retrasan la ejecución de proyectos mineros por un monto total de 22 000 millones de dólares, según advirtió el segundo vicepresiden-te del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP), Miguel Cardozo.

El representante del sector minero lamentó que “siempre vivamos en conflicto y que a la minería le toque una parte importante de esta carga”, por lo que hizo un llamado al Gobierno actual para que haga lo necesario a fin de restablecer la paz social.

“Esperamos que el gobierno de Pedro Pablo Kuczynski haga todo lo necesario para lograr la paz social, la satisfacción de expectativas y la buena marcha de las empresas, por el bien del país”, explicó luego de oficializar la realización de la edición número 33 de la convención minera Perumín en setiembre del 2017, en nuestra ciudad.

Entre los proyectos en riesgo a causa de los conflictos sociales están Río Blanco, Conga, Galeno, Constancia, Tía María, entre otros. En tanto que la situación que atraviesa Las Bambas tampoco es la más auspiciosa; pese a su gran impacto en la recuperación económica del país, ya que su ejecución “significa un poco más del 1 % del Producto Bruto Interno (PBI)”.

No conoce estrategia

Cardozo recordó además que el gobierno anterior —de Ollanta Humala— firmó algunos compromisos que se desprendieron de la solución a algunos conflictos sociales vinculados al sector minero, pero que no fueron cumplidos, por lo que ahora le toca a Kuczynski “tomar la posta”.

De igual forma, acerca de Pedro Pablo Kuczynski, dijo que hasta el momento no conocen la estrategia que asumirá para abordar la conflictividad social. “La estrategia no la conocemos todavía. El Gobierno pidió 45 días para plantear una solución integral al problema”, refirió.

No obstante, aclaró que para el IIMP “lo más importante es reconocer que la economía del país descansa en la minería”, por lo que no se trata de atacarla o crear conflictos alrededor de ella, sino de lograr que las riquezas que produce sean bien distribuidas en el país.

“Es inconcebible que todo el canon y regalías que pagó la minería en estos últimos años, no haya permitido dar a las personas y ciudades adyacentes a las operaciones la calidad de vida que ellos esperaban. Allí hay muchos responsables y, probablemente, nosotros como mineros debemos hacer más”, agregó.

Canon

En cuanto a los criterios de distribución del canon minero, Cardozo sostuvo que por principio deberían entregarse de manera homogénea a todo el país; sin embargo, reconoció que también se debería considerar que el mayor impacto se refleje en las poblaciones aledañas a los proyectos mineros.

“El tema es encontrar un equilibrio entre ambas cosas, para que de alguna manera se logre una distribución [del canon] que satisfaga y llene las expectativas de todos”, afirmó.

Gravamen minero

En cuanto a la vigencia del gravamen minero —que sustituyó al aporte voluntario que se entregaba en las diferentes localidades y que entregó la administración del mismo al Gobierno nacional—, Cardozo opinó que tal vez habría que “evaluar su continuidad” por el impacto que tiene en las poblaciones cercanas a los yacimientos.

“Es un tema que efectivamente hay que evaluar. Cuando se hacían los aportes voluntarios había una aproximación mayor a las comunidades y se tomaban decisiones en conjunto y ahora hemos perdido esa iniciativa”, apuntó.

En todo caso, añadió, el acuerdo que se logre en ese aspecto “debería ser el producto de un acuerdo de partes” a nivel de las empresas mineras, comunidades, gobiernos locales, gobiernos regionales y el mismo Gobierno nacional.

Exploración minera

Otro aspecto que puede golpear el futuro del sector minero es la reducción importante de la inversión en nuevos proyectos de exploración. Esto como consecuencia de la caída del precio de los metales en el mercado internacional que, a su vez, redujo las expectativas de los inversionistas.

En el 2012 se gastó alrededor de 22 500 millones de dólares a nivel mundial en exploración. En el 2015 esta cifra disminuyó en un 40 % y durante el 2016 se mantiene este descenso.

De seguir esta tendencia, se reducirá la disponibilidad de nuevos proyectos mineros en el corto y mediano plazo. “El número de descubrimientos también cayó y todo eso compromete el futuro de la minería en general”, señaló.


Lo dijo

Para Miguel Cardozo, el proyecto minero Tía María “está dentro de las prioridades de la agenda del país”, por lo que debería retomarse el diálogo y el entendimiento para contribuir con el desarrollo de la nación.

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