“Pallapando” en el proceso electoral

Jorge Pacheco Tejada
Educador

“Pallapar“ es un arequipeñismo que significa escarbar, recoger, aprovechar lo que dejaron de la cosecha. Para los pallapadores, lo que recojan es su sustento, lo más importante, el fruto que no se pierde, porque han sabido aprovecharlo y no desperdiciarlo.

Así que con espíritu arequipeño pregunto: ¿qué podemos “pallapar“ de todo este proceso electoral? Ya sabemos que el proceso electoral ha concluido y que tenemos Presidente. Ésa es la cosecha. Pero si quisiéramos recoger aquellos frutos importantes y que no queden abandonados, enterrados, ignorados… ¿qué podríamos recuperar?

Muchas cosas son las que nos deja este proceso que ha sido, sin duda, complicado y difícil. Sobre todo por una legislación poco clara; con límites y procedimientos no bien definidos, con reglas de juego tardías, difíciles de aplicar y de medir. Me animo a “pallapar“ la certeza de que necesitamos procedimientos más sencillos y más oportunos; en otras palabras, mejores reglas de juego en las que primen criterios de verdad, respeto y bien común.

Otra cosecha olvidada es que en un proceso electoral, como en cualquier contienda humana, lo que cuentan son las actitudes. Los espectadores tenemos una habilidad innata para observar y luego valorar las actitudes. No sólo cuenta lo que se dice sino cómo se dice. No sólo cuenta el lenguaje verbal sino el lenguaje no verbal.

Pues es ahí donde se define y se manifiesta el mundo interior de las personas, lo que llevamos dentro. Hemos sido testigos de ataques arteros, malintencionados, agravios, calumnias, difamaciones. Significa que no todos los candidatos a la presidencia de la República tenían un corazón sano y bienintencionado. Uno puede aprenderse un parlamento, pero cuando abre la boca sale lo que guarda su corazón.

Otro asunto que nos deja aprendizajes rescatables es el de los resultados. La vida democrática basa su fundamento en la voluntad de las mayorías y es señal de madurez democrática respetar aquello que se dijo en las urnas.

Hablando en arequipeño, ojalá que este último aprendizaje sea nuestra mejor “pallapa” de este proceso electoral que ha concluido y que nos abre a la esperanza a una experiencia que, superando diferencias, puede ser nueva, inédita y significativamente mejor. Eso es lo que esperamos como ciudadanos para nuestro querido Perú.

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