La otra cara del “Feliz Día, Arequipa”

Manuel Bedregal Salas
Presidente del Instituto de Economía de Arequipa (IPE Arequipa)

Arequipa cumple 485 años y, como en cada aniversario, se alistan homenajes, discursos y celebraciones; pero también es momento de reflexión. ¿Cómo estamos realmente? ¿Qué futuro estamos construyendo? Desde el Instituto de Economía de Arequipa creemos que el mejor homenaje es mirar con honestidad nuestras falencias y exigir soluciones concretas.

La región ha recibido algunas inversiones y se anuncian otras. Sin embargo, no queda claro si estas se deben a una estrategia estatal efectiva o si han prosperado a pesar de la desarticulación institucional. La reciente discrepancia entre el Gobierno Regional de Arequipa (GRA) y la Autoridad Portuaria Nacional (APN) sobre el proyecto del puerto de Corío es un ejemplo preocupante: en lugar de compartir objetivos, se obstaculizan mutuamente.

Según datos oficiales, solo el 6 % de los colegios públicos de Arequipa está en buen estado y el 30 % presenta daños severos. Faltan carpetas en el 12 % de las aulas y pizarras en el 65 %. En primaria, hay una computadora por cada 9 alumnos. La Contraloría detectó que el 83 % de los colegios inspeccionados tiene losas deportivas en mal estado, y el 61 % presenta paredes deterioradas.

¿Y el aprendizaje? Según la Evaluación Nacional de Logros de Aprendizaje (ENLA), el nivel satisfactorio en lectura bajó del 46 % al 43 % entre 2023 y 2024. ¿Será porque solo la mitad de los docentes estudió pedagogía en una universidad?

La situación sanitaria es aún más grave. Según la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (ENDES), la prevalencia de anemia infantil en Arequipa aumentó del 37 % al 44 % entre 2021 y 2024. En algunas zonas, llega al 70 %. Esto significa que cuatro de cada diez niños podrían no desarrollar plenamente sus capacidades cognitivas.

La infraestructura de salud también está colapsada. Solo el 10 % de los centros de salud está en buen estado. En el hospital Honorio Delgado, de cuatro equipos de laparoscopía, solo uno funciona. En El Pedregal, la ambulancia está inoperativa, la farmacia desabastecida y los equipos Doppler, lámpara dental y rayos X no funcionan. Incluso los extintores están vencidos.

En el hospital Alberto Seguín, el más importante de EsSalud, hay solo cuatro unidades de trauma shock para atender 20 emergencias diarias. Los pasillos están abarrotados de camillas y la unidad de cuidados especiales no cumple con los criterios normativos. Los equipos disponibles han superado su vida útil o se encuentran inoperativos.

Los arequipeños no merecemos esto. Ojalá las autoridades a cargo puedan contradecir estas cifras. De no hacerlo, debemos cambiar el rumbo. Sin una buena educación y salud, todo lo demás pierde sentido.

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