Mónica Sánchez
Educadora
Docente UCSP
El aprendizaje lúdico en la formación integral del niño es un tema actual. Lo que falta es despertar el interés en los maestros por incorporar en su práctica docente las ventajas de este tipo de aprendizaje.
Los niños de hoy tienen demasiada información a su alcance y resulta esencial para los maestros, buscar estrategias para transitar el proceso de enseñanza-aprendizaje de manera sencilla y agradable. Juego y aprendizaje están relacionados y van de la mano. Es en el nivel inicial donde a través del juego se promueve un aprendizaje efectivo y activo, donde las experiencias que vive el niño producen cambios significativos en su desarrollo integral y además son fundamentales para que este empiece a descubrir nuevas cosas y desarrolle nuevas experiencias.
Cuando un pequeño juega, hace una recreación de escenas e imágenes del mundo real. El niño expresa una actitud lúdica que le permite prepararse para el futuro.
El juego se orienta sobre la misma práctica, permite que el niño tenga una actitud espontánea y de libertad. Cuando un pequeño juega, hace una recreación de escenas e imágenes del mundo real. El niño expresa una actitud lúdica que le permite prepararse para el futuro.
Otra cosa interesante del juego, es descubrir hasta dónde el niño es capaz de fantasear a través de los personajes de súper héroes, villanos, princesas, entre otros, para luego aterrizar en la realidad.
El juego, además, es evolutivo. Empieza por el dominio del cuerpo y posteriormente maneja las relaciones sociales y el medio. A través del juego el niño socializa y se divierte voluntariamente y sin sentirse obligado.
Los niños de hoy tienen demasiada información a su alcance y resulta esencial para los maestros buscar estrategias para transitar el proceso de enseñanza-aprendizaje de manera sencilla y agradable.
El juego es un instrumento trascendente de aprendizaje y por ello es un importante para la educación. En consecuencia, para obtener un máximo rendimiento de los niños, se debe incorporar actividades lúdicas en las aulas que les permitan acceder a nuevos conocimientos interactuando con sus maestros y creando ese ambiente de conexión y confianza tan importante para lograr que el aprendizaje sea significativo.
Por lo tanto, uno de los grandes retos de la educación es que conociendo la importancia del juego en la vida de los niños y valorándolo como una herramienta para facilitar el aprendizaje de una forma divertida y placentera, se concientice a los maestros a jugar con sus alumnos en las aulas. No se arrepentirán.