Carlos Timaná Kure
Director del Centro de Gobierno de la Universidad Católica San Pablo
La semana pasada fue destituida Patricia Benavides como fiscal de la nación. Ella ha apelado la medida que le impuso la Junta Nacional de Justicia en segunda instancia, pero a todas luces no es fácil que su destino cambie, ya que la destitución ha sido por interferir a favor de su hermana, la exjueza Enma Benavides, en la investigación que se le adelantaba.
La misma semana en que Benavides era destituida como fiscal de la nación, el Poder Judicial ordenó la reposición inmediata de Zoraida Ávalos como fiscal suprema. Si bien lo justo sería que ambas estuviesen fuera del Ministerio Público —recordemos las tibias actuaciones de Zoraida durante los gobiernos de Martín Vizcarra y Pedro Castillo—, así es la política.
Por lo pronto, con la destitución de Benavides se abre nuevamente la elección del fiscal de la nación para un periodo de tres años. En estos comicios participan los 4 fiscales supremos que se encuentran habilitados, Juan Carlos Villena —que actualmente fue designado como fiscal de la nación interino—, Pablo Sánchez, Delia Espinoza y Zoraida Ávalos, uno de ellos será el que dirigirá los destinos del Ministerio Público, pero no todos llegan en las mismas condiciones y sólo hay 4 votos, lo que hará la elección más reñida de lo normal.
Pablo Sánchez está siendo investigado y ha dicho que no quiere volver a ocupar el cargo, Zoraida Ávalos hasta que no quede firme su sentencia no está en las mejores condiciones para postular, pero podría hacerlo. Los que no cuentan con pasivos son Juan Carlos Villena —que de ser elegido podría continuar con lo que hasta ahora ha venido haciendo— o que le den la oportunidad a Delia Espinoza, que sería como un premio para ella por sus investigaciones que hizo sobre Patricia Benavides. Habrá que esperar qué ocurre, en los próximos días.