El ‘tiempo especial’, un recurso de crianza para la cuarentena

Mónica Sánchez
Docente UCSP

Aunque nos dicen que volveremos a la vida rutinaria ‘de a pocos’, en todos queda la sensación de que viviremos en cuarentena durante muchos meses más, pues el coronavirus sigue avanzando. La incertidumbre es pan de cada día. 

En este contexto, la educación cobra mayor importancia no solo porque ahora los niños deben afrontar un año escolar de diferente modo, sino porque en medio surge la duda sobre si los colegios entregarán los contenidos previstos para este año y si lo que cobrarán por eso es justo. 

Pocos parecen notar lo decisivo que es hoy, saber qué sienten nuestros pequeños y lo importante que es para los padres estar conectados con esas emociones.

El debate es tenso e interminable, aunque no debería agotar todos los diálogos sobre educación. Hay algo más importante que pensiones, plataformas virtuales y educación a distancia. Pocos parecen notar lo decisivo que es hoy, saber qué sienten nuestros pequeños y lo importante que es para los padres estar conectados con esas emociones. 

Recordemos algo básico, los niños son seres en movimiento que en este momento tienen paredes que los limitan, por eso es importante que los adultos en casa les proporcionemos las herramientas que hagan más llevaderos estos días de aislamiento social.

No se trata de llenarlos de actividades –todos los días en las redes sociales podemos encontrar mil y una cosas para hacer con ellos– sino de ayudarlos gestionar y sostener el espacio donde se encuentran. 

Los niños son seres en movimiento que en este momento tienen paredes que los limitan, por eso es importante que los adultos en casa les proporcionemos las herramientas que hagan más llevaderos estos días de aislamiento social.

Hoy más que nunca los niños necesitan padres que se conecten con ellos y les permitan expresarse, poner en diversas frases lo que les pasó, cómo se sienten ahora y lo que están pensando que pasará. 

¿Cómo inicio este trabajo? Un buen punto de partida es hacerles notar que ellos son importantes para nosotros no solo cuando sonríen y ‘se portan bien’, sino también cuando están aburridos, tristes o malhumorados. 

Una herramienta para trabajar esta conexión en casa es a través del denominado “tiempo especial”, un acápite destacado por la Disciplina Positiva. 

Es obvio que debemos estar pendientes de los niños todo el día, pero este tiempo especial es un espacio planificado y organizado que ambos, padre e hijo, prepararon juntos.

No se trata de llenarlos de actividades –todos los días en las redes sociales podemos encontrar mil y una cosas para hacer con ellos– sino de ayudarlos gestionar y sostener el espacio donde se encuentran.

En el tiempo especial nadie interrumpe. No existe una llamada que atender o algún pendiente de teletrabajo por resolver. La idea es que el niño sienta, con mucha intensidad, que es parte importante de la vida del adulto, que en este caso puede ser papá, mamá o ambos. La dinámica ayudará a que se exprese. Preguntémosle cómo se siente, contémosle cómo nos sentimos nosotros. 

Los contenidos, las competencias, las áreas curriculares y todo lo referente a la parte académica formal, lo desarrollarán con el tiempo, pero la gestión de las emociones es un aprendizaje de casa que será realmente significativo para su vida. 

Es importante generar, hoy más que nunca, estos espacios especiales con los niños. No es fácil estar las 24 horas del día en casa. Confiemos en ellos que son amorosos y capaces de superar cada reto de manera gradual. Espero de corazón que al finalizar la lectura de este artículo todos puedan generar en casa un “tiempo especial” con sus hijos.

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