Asertividad: “el cómo lo dices”

Silvia Riveros

Como seres sociales nos comunicamos con nuestro medio, pero hay ocasiones en que nuestro mensaje se puede malinterpretar, provocando una reacción no oportuna por parte del receptor. También puede darse el caso donde aceptamos situaciones incómodas debido a que no sabemos comunicar un “no” oportunamente.

La comunicación asertiva es una habilidad emocional que podemos aprender. Esta nos ayudará a tomar una posición clara respecto a nuestros propios derechos, respetando a los demás. Nos permite además expresar por medio de un lenguaje verbal y no verbal adecuado, lo que sentimos y transmitirlo a nuestro interlocutor.

Por ejemplo: en un matrimonio el esposo tiene una reunión de trabajo importante y cuando está por alistarse se da cuenta que la camisa que iba llevar para esa cita está sin planchar. Entonces se dirige a su esposa y le dice: “¡No planchaste mi camisa! ¡No es posible! ¡Tengo una reunión importante!”. A lo cual, la esposa responde en el mismo tono: “¡No soy tu sirvienta! ¡Y si sabías de la reunión te la hubieras planchado tú mismo¡”.

Aquí notamos que si nos dejamos llevar por impulsos primarios elegiremos la emoción inadecuada y podemos crear un conflicto innecesario en lugar de solucionar la situación. Guiarnos solo por nuestras emociones negativas puede generar una ruptura en las relaciones de pareja o distanciamiento por el mismo motivo en nuestras relaciones interpersonales.

Para lograr comunicarnos asertivamente en el día a día primero debemos tener en cuenta qué es lo que queremos transmitir para no enviar el mensaje equivocado. Segundo, debemos enfocarnos en el hecho y no en la persona. Tercero, debemos tener la seguridad de que no existan impedimentos (ruido, distractores o barreras psicológicas) para lograr transmitir adecuadamente el mensaje. Y finalmente, debemos utilizar un lenguaje corporal adecuado tratando de generar un clima de confianza y apertura.

En conclusión, para comunicarnos asertivamente en cada situación de nuestra vida, debemos expresar nuestras ideas o deseos de forma clara, directa y honesta, escuchando atentamente y respetando la posición de nuestro interlocutor para poder llegar a un acuerdo y minimizando el riesgo de que ocurra un conflicto insoluble. Para terminar, recomiendo: “no decir lo que sientas sino que sientas primero lo que vas a decir”.

Salir de la versión móvil