Análisis posdiscurso: ¿otra vez el piloto automático?

Carlos Fernando Timaná Kure (*)
Politólogo

El pasado 28 de julio, Pedro Pablo Kuzcynski se presentó ante el Congreso para dar su segundo discurso a la Nación, como presidente de la República. ¿Qué podemos decir de ello? Que fue, en términos generales, un discurso congruente con el estilo manejado por el jefe de Estado desde su campaña electoral: técnico, pragmático y algo emotivo, con un toque de sarcasmo peruano.

Tal vez un primer punto importante de su alocución haya sido el mea culpa ante los escasos logros alcanzados en este primer año de gobierno. El presidente señaló la atención a los daños generados por el fenómeno de El Niño Costero y las consecuencias del escándalo de corrupción Lava Jato como las principales causas para no lograr los resultados esperados en la reactivación de la economía; al mismo tiempo, indicó que con el destrabe de la construcción de la línea 2 del metro de Lima, la ampliación del aeropuerto Jorge Chávez y el gasoducto sur peruano se restablecería la senda de crecimiento gracias a la recuperación de la inversión.

En cuanto a las iniciativas que adelantará en cada una de las carteras, destacó dos que me parecieron positivas: la ratificación del aumento de sueldo de 16 % a los profesores para el 2018 y otro similar para el 2019. Si bien es lejano a lo demandado por los maestros, no deja de ser una noticia significativa; también lo es la nueva inversión en materia penitenciaria para atender el hacinamiento, así como para evitar que las cárceles sigan siendo escuelas doctorales en vanguardia criminal.

En cuanto a los silencios del discurso, preocupa que en materia de salud el Gobierno no sepa con claridad qué sería factible hacer para tomar el toro por los cuernos. Y si bien en materia de seguridad brindó una iniciativa que es necesaria, como el tener más y mejores prisiones, el Ejecutivo sabe que no puede hacer nada frente al gran atasco que hay en el Poder Judicial, por la sencilla razón de que este no es de su competencia.

Pero si bien es poco lo que se puede hacer en cinco años para atender todos los problemas estructurales, es necesario comenzar la tarea y para ello se necesitan iniciativas audaces. Los cinco proyectos de ley presentados por el presidente son interesantes, bien intencionados y hasta necesarios, pero algunos analistas señalan que cuatro de ellos ya venían siendo trabajados por diversas iniciativas de congresistas de distintas bancadas en la legislatura anterior (El Comercio 28/07/17).

Esto hace presagiar que la inercia del piloto automático sigue encendida y es necesario apagarla y virar el rumbo. El duro editorial “Aquí faltó gobierno” del diario El Comercio del 28 de julio sentenciaba: “Poco cambiará, sin embargo, si el Gobierno no lo hace también”. Puede ser una llamada de atención que haga mejorar lo que no está funcionando o puede convertirse en la postal de la celebración del bicentenario que todos quieren olvidar.

(*) El autor publica todos sus artículos en www.transformandoelperu.org.pe

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