¿Cómo despertar el interés por las ciencias?

Proyecto STEAM Power, beneficiará a unos 500 estudiantes y profesores de colegios rurales de Caylloma.

Dionicio, Vladimir y Néstor, quedaron maravillados con esta iniciativa.

Redacción

Dionicio, Vladimir y Néstor observan con mucha curiosidad el maletín que encontraron en su mesa al ingresar a su salón de clases. Leen “STEAM Power” en esa caja negra con tapa transparente y se miran entre ellos. Todos son estudiantes del quinto año de secundaria del colegio Hipólito Sánchez Trujillo, en el distrito de Cabanaconde de la provincia de Caylloma, a más de 230 kilómetros de la ciudad de Arequipa y están a punto de descubrir que se puede aprender ciencia, a través del juego.

Es un lunes muy frío, inicio de semana y hasta allí también llegó Violeta Rojas. Ella es química y le cuesta respirar en esta zona ubicada a 3287 m.s.n.m., que además es la puerta de ingreso al Valle del Colca. Violeta trabaja en el Departamento de Ciencias Naturales de la Universidad Católica San Pablo (UCSP), y junto a Helen, Elizabeth y Carlos, viajó por más de cuatro horas para capacitar y llevar los materiales que usarán los alumnos y docentes como parte de la implementación del proyecto STEAM Power.

El proyecto

STEAM es un acrónimo en inglés de las palabras ciencia, tecnología, ingeniería, arte y matemática, comenta la física Verónica Pilco, coordinadora del proyecto STEAM Power, docente e investigadora de la San Pablo. Esta metodología se basa en investigaciones que demuestran que la integración de estas disciplinas facilita su aprendizaje entre los alumnos.

Este proyecto cuenta con el respaldo de la Embajada de Estados Unidos en el Perú. Jorge Agüela, representante de esta institución, explica que buscan apoyar iniciativas que brinden información y herramientas para que más niños y jóvenes tengan oportunidades de aprender más sobre ciencia. “Todo ello de una manera didáctica, divertida y muy relacionada a las actividades de la vida diaria en el hogar o en sus comunidades”, agrega.

Ambas instituciones, la Universidad Católica San Pablo, mediante su Departamento de Ciencias Naturales y la Embajada de Estados Unidos se han unido para su desarrollo desde agosto de 2022 y concluye en julio de 2023.

El objetivo final de este proyecto es despertar el “espíritu investigador” de los alumnos para que se inclinen a estudiar carreras vinculadas a las ciencias y las tecnologías. A través de talleres extracurriculares, se estima llegar a unos 500 estudiantes del nivel primario y secundario, además se capacitará a 60 docentes y se brindará un curso dirigido a los padres de familia sobre el enfoque científico y la metodología STEAM.

Este proyecto se desarrolla en los distritos de Cabanaconde, Huanca y San Antonio de Chuca, de la provincia de Caylloma. Allí, según el reporte del Ministerio de Educación, sólo uno de cada diez escolares, alcanzó el nivel satisfactorio en el aprendizaje de ciencia y tecnología, el año pasado.

Esta metodología pretende motivar a los docentes a transformar sus aulas con herramientas que favorezcan la enseñanza de las ciencias.

Metodología STEAM

Durante la sesión de capacitación, los alumnos Dionicio, Vladimir y Néstor responden a las preguntas que les hacen sobre las propiedades de la cochinilla, el insecto del que se extrae el colorante natural compuesto por dos famosas sustancias, el carmín y el ácido carmínico. De pronto, Violeta les pide abrir ese maletín STEAM que tanta curiosidad despertó en ellos.

El aula se alborota, los más de veinte escolares hablan a la vez. Sacan un frasco, un vaso, una probeta, leen los nombres de cada recipiente y ríen. Tocan la cochinilla, revisan su color y olor. Empiezan a investigar y en sus rostros se percibe emoción y entusiasmo por aprender. Son felices.

“Escogimos la química porque en Caylloma —zona de intervención del proyecto—, las principales actividades económicas son la artesanía y la agricultura. Por eso, los temas que vamos a desarrollar son parte de su entorno, como el uso de los pigmentos naturales para la artesanía”, nos dice la docente Pilco.

Un profesor se asoma a la puerta del salón atraído por el ruido de los adolescentes y ve cómo juegan, maravillados, con las cosas que encontraron en el preciado maletín. Sonríe y los deja disfrutar del momento.

Y es que esta metodología busca “aprender haciendo”, es decir, pretende motivar a los docentes a transformar sus aulas de aprendizaje con herramientas que favorezcan su enseñanza, basándose en cómo hacer ciencia.

Ahora Dionicio disuelve en un vaso una cucharadita de cochinilla con agua caliente y adquiere un color rojo. Esto ya lo había visto antes en el taller de artesanías de sus amigos. Vladimir en otro vaso, mezcla cochinilla con vinagre y se torna anaranjado, ¡oh! exclama sorprendido. Néstor combina bicarbonato disuelto en agua con cochinilla y obtiene un líquido violeta oscuro, y sonríe junto a sus compañeros.

Después de obtener tintes de diferente coloración, completan el proceso con el teñido de tiras de lana que son remojadas en cada recipiente. La satisfacción de la experiencia les hizo olvidar por un momento el frío preinvernal que, en esta zona, llega a congelar el agua en los meses de junio y julio.

“Fue una alegría ver el interés de los estudiantes, tanto de primaria como de secundaria, al experimentar con el kit de materiales que les otorgó la San Pablo. Sobre todo, las niñas y jóvenes, se mostraron muy interesados de participar activamente de los retos y experimentos que presentaron los instructores de STEAM Power”, concluyó Jorge Agüela, de la embajada de Estados Unidos, que también participó en el viaje a Cabanaconde.

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